El hombre de Neandertal comía marisco hace 150.000 años

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un estudio demuestra que los miembros de esta especie estaban casi igual de evolucionados que los sapiens

15 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El hombre de Neandertal también comía marisco. No solo eran sus coetáneos sapiens, de los que deriva el hombre actual, los que utilizaban este recurso como un medio de supervivencia hace 150.000 años, sino que también lo hacían los miembros de la otra gran especie con la que coexistieron y sobre los que cada vez aparecen más investigaciones que rompen antiguos estereotipos sobre los neandertales y que los muestran prácticamente igual de evolucionados que los sapiens. El último hallazgo ha llegado de un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha descubierto en Cueva Bajondillo, en Torremolinos (Málaga), evidencias de que los Homo neanderthalensis ibéricos degustaban marisco hace 150.000 años, lo que supone el vestigio más antiguo del consumo de moluscos por parte de esta especie. El estudio aparece publicado en la revista científica PLoS ONE.

El hallazgo va más allá de la anécdota, ya que prueba que los neandertales tenían habilidades para explotar este recurso, lo que les confería una ventaja adaptativa. «Muchos investigadores argumentan que el marisqueo es uno de los comportamientos que definen a los humanos modernos y, en cierta medida, es una ventaja adaptativa que permitió que el Homo sapiens se expandiera. Pero esta investigación demuestra que, en el mismo momento, los sapiens del sur de África y los neanderthalensis asentados en el sur de la península ibérica aprovechaban estos recursos», explica el investigador del CSIC Francisco Jiménez Espejo.

El trabajo, liderado por el profesor de la Universidad de Sevilla Miguel Cortés Sánchez, es fruto de una colaboración con investigadores portugueses, ingleses y japoneses.

«Este descubrimiento -destaca Espejo- sitúa a Cueva Bajondillo como el registro más antiguo de esta actividad en neandertales, ya que hasta ahora la prueba más arcaica localizada no superaba los 50.000 años. Pero no se queda en una cuestión de datación, ya que tiene importantes implicaciones para el conocimiento de la evolución humana».