La berza presenta elevadas propiedades antioxidantes

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un estudio de la Misión Biológica de Galicia (CSIC) también prueba que las hojas y tallos son saludables

19 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las nabizas, el grelo... y ahora también las berzas, el brécol, el asa de cántaro, el nabicol, el repollo y la coliflor. Todas son verduras que pertenecen a la familia de las brásicas, pero tienen algo más en común: todas, aunque unas más que otras, poseen propiedades antioxidantes. O, lo que es lo mismo, contienen compuestos con capacidad para neutralizar los radicales libres que se producen a través del metabolismo celular y cuya acumulación excesiva en el organismo está asociada al envejecimiento celular y relacionada con patologías como el asma, la artritis o con enfermedades de origen cardiovascular y neurodegenerativas. Su consumo regular supone, por tanto, un beneficio para la salud.

Las propiedades antioxidantes de estas verduras acaban de ser identificadas por un equipo de la Misión Biológica de Galicia (CSIC) a partir de variedades autóctonas cultivadas en sus plantaciones de Pontevedra y de otras comerciales. El mismo grupo ya había demostrado con anterioridad este mismo principio en las nabizas y los grelos y ahora ha extendido el estudio al brécol, el asa de cántaro, el nabicol, el repollo y la coliflor, que también poseen sustancias beneficiosas para la salud como vitaminas, minerales y compuestos fenólicos. De las seis nuevas verduras estudiadas, el brécol es el que tiene el mayor potencial antioxidante.

¿En qué medida debe incorporarse su consumo a una dieta saludable? «Las dosis exactas aún no las sabemos, porque este será el siguiente paso de nuestra investigación», explica Pilar Soengas, la investigadora responsable del estudio, quien aclara que en el futuro también será necesario determinar cuáles son exactamente los compuestos de estas verduras que les confieren propiedades saludables y comprobar si en estas propiedades influyen factores ambientales dependiendo de donde se cultive o no la planta.

Lo que sí ha demostrado el estudio es que de estas verduras brásicas todo es aprovechable, ya que productos considerados hasta ahora como residuos, como las hojas o los brotes, también poseen una alta capacidad antioxidante. «Habrá que estudiar las aplicaciones de estos subproductos del cultivo, pero parece claro que abren nuevas vías, tanto para alimentación humana como animal o para otro tipo de aplicaciones», apunta Soengas.

Las verduras brásicas también son, por lo general, ricas en flucosinolatos (compuestos vegetales relacionados con la prevención del cáncer) y fenoles (asociados a la prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas).