Greenpeace pide a la Xunta control sobre el eucalipto

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Denuncia en un informe el impacto que ha tenido la especie en el territorio por una expansión desordenada

08 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Galicia plantará esta primavera 30 millones de eucaliptos. Se trata del mayor bum de la especie en 25 anos. Y coincidiendo con la eclosión, impulsada por el aprovechamiento que tiene este árbol para la pasta de papel, Greenpeace, Verdegaia y la Sociedade Galega de Historia Natural acaban de salir a la palestra con un informe en el que alertan de la expansión incontrolada de la especie y de los efectos ambientales que tiene sobre el territorio. Greenpeace va más allá y acusó ayer a la Xunta en Santiago de ignorar la existencia de un problema que ha bautizado como «eucaliptización».

Xosé Veiras, portavoz de Verdegaia y coautor del informe junto a Miguel Ángel Soto (responsable de Bosques de Greenpeace España), explica que la comunidad representa un ejemplo paradigmático de este fenómeno. De 130.000 hectáreas de eucalipto a finales de los sesenta se pasó a 400.000 en los noventa, lo que supone el 30% de la superficie arbolada de la comunidad.

Greenpeace sostiene que el problema no tiene tanto que ver con las características intrínsecas de la especie como con la falta de un modelo de gestión de las plantaciones que se han caracterizado por un descontrol, lo que ha contribuido a degradar el suelo, reducir la disponibilidad de agua, deteriorar la biodiversidad y aumentar el riesgo de incendios. «Quien ha decidido estos años cuándo y dónde plantar ha sido el mercado sin ningún tipo de orden», denunció la organización.

Como ejemplo, las organizaciones ecologistas aluden a la expansión de la especie en el parque natural de las Fragas do Eume, donde la superficie de esta plantación ha pasado de representar el 7% del total hace 50 años a cubrir en la actualidad más del 20%. La organización reiteró que no se opone al uso de esta especie, sino a la expansión descontrolada por sus efectos sobre el territorio.