La ampliación de la Red Natura fijará 200 nuevos humedales

Bea Abelairas
Bea abelairas REDACCIÓN /LA VOZ

SOCIEDAD

La Xunta aplaza la regeneración de los contaminados, algo que figura en el convenio internacional de Ramsar, del que el martes se cumplirán 40 años

30 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace 50 años el gobierno de entonces secó la laguna ourensana de Antela, la mayor de la península. Diez años más tarde, en la ciudad iraní de Ramsar se aprobó una convención internacional que España suscribió y que obliga a dar un uso racional a los diferentes espacios calificados como humedales, además de recuperar los ya degradados. En Galicia aún no se han concretado estas medidas en ninguno de los 1.131 inventariados y los responsables de la Consellería de Medio Rural aseguran que las actuaciones se realizarán después de la ampliación de la Red Natura. Alegan que todavía se está haciendo un recuento, que una vez que se concrete incrementará en doscientos el número de estos hábitats que incluyen lagos, lagunas, rías, bosques inundados y de ribera. En cualquier caso, el próximo martes volverá a celebrarse el Día Internacional de los Humedales sin planes concretos de recuperación para estos entornos, que juegan un importante papel en la prevención de inundaciones, catástrofes naturales y la conservación de especies en peligro de extinción.

Los portavoces de la Xunta dicen que usarán el Plan Director da Rede Natura 2000 como «instrumento de planificación e xestión dunha boa parte dos humidais de Galicia, en calquera caso, dos máis importantes, entre os que se inclúen os cinco humidais declarados como sitio Ramsar» y que son el complejo intermareal Umia-O Grove-A Lanzada, punta Carreirón y la laguna Bodeira; las rías de Ortigueira e Ladrido; las lagunas y las dunas de Corrubedo y Valdoviño y la ría del Eo.

Valdoviño acusa mucho la presión urbanística y la Sociedade Galega Historia Natural (SGHN) lleva más de un año denunciando que la Xunta permite actuaciones que debería perseguir, entre ellas el vaciado de de agua sin control: «Hai aperturas da canle, segundo o entender da persona que naquel momento manexa unha pala», algo que el presidente de la entidad, Serafín González, tacha de «despilfarro de recursos públicos» e «inaceptable». Los rellenos ilegales, a veces con materiales de escombro, son el azote del complejo intermareal Umia-O Grove y de la ría de Ortigueira, de interés nacional porque ambas son áreas principales de hibernación de aves acuáticas.

Lo que queda de la laguna de Antela y el río Limia acumula neumáticos, restos de obra y plásticos. Mientras que en la laguna de Cospeito, de las pocas que cuentan con un pequeño mirador de aves, hay contaminación por arrastres de tierra. A los responsables de la SGHN les preocupa, en especial, la calidad de las aguas de A Limia, ya que un análisis reciente descubrió que el nivel de fósforo superaba 90 veces el recomendado.

Las rías de A Coruña, Ferrol, Vigo y, en ocasiones Arousa, sufren tantos vertidos de aguas fecales que incluso está prohibida la actividad marisquera. Estos espacios están considerados humedales, pero ni siquiera la nueva ley de aguas contempla su regeneración. «Confórmase con que non empeore a situación, non hai nin un só artigo que se refira á súa restauración», zanja el presidente de la SGHN. La invasión de especies foráneas, como el cangrejo americano, la hierba de la pampa o los visones escapados de granjas ya es otro de sus grandes problemas y puede convertirse, según los naturalistas, en el peor.