Las tabaqueras intentan extender en Europa el tabaco soluble y el sin humo

Jaime velázquez

SOCIEDAD

30 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En EE.?UU., el camarero o el dependiente pueden tomar tabaco sin que ni siquiera se den cuenta sus clientes. Son los snus, saquitos de tabaco que se ponen bajo el labio, con dosis de 1 a 4 gramos de nicotina soluble.

Es la respuesta de las tabaqueras a las restricciones que se están imponiendo en muchos países. La presentación más extendida es el snus, un producto tradicional de Escandinava que consumen más de siete millones de norteamericanos. El uso del smokeless tobacco (tabaco sin humo) crece a un ritmo de un 7% anual y resuelve los problemas de las tabaqueras.

Cáncer de boca

Las autoridades sanitarias estadounidenses aseguran que el tabaco sin humo contiene 28 sustancias cancerosas y puede causar cáncer de boca, páncreas, y deterioro de encías y dientes. «Este tipo de productos suponen una reducción de daños, al eliminarse la combustión. Sin embargo hay que plantear hasta qué punto es incitación al consumo», afirma Javier Ayeste, presidente de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (Sedet). «Habría que plantear una estrategia desde la salud pública y no dejarlo en manos de las compañías tabaqueras. Es como si dejamos en manos de los carteles de la droga el suministro de metadona».

Todas las multinacionales del tabaco ya cuentan con productos libres de humo. Los hay con sabor a menta, mora, cereza y cola. Los americanos gastaron en el 2009 hasta 3.300 millones de euros en smokeless tobacco y las empresas invirtieron 260 millones de euros en anuncios. Y usan sus marcas conocidas: «Es una de las estrategias para los nuevos productos, pero también una forma de promocionar esas marcas de cigarrillos gracias a las menores restricciones publicitarias del tabaco sin humo», asegura Córdoba.

Manuel Sánchez-Blanco, un ingeniero de Madrid, guarda en su nevera una caja de snus. «Me lo trajo un amigo de Suecia y la verdad es que está bien para cuando no puedes fumar. Lo uso sobre todo para viajar en avión. No creo que llegara a cambiar los cigarros. Pica bastante en la boca y no deja buen sabor».

En la Unión Europea, salvo en los países escandinavos, está prohibida la comercialización de tabaco de uso oral, a excepción del de mascar. Sin embargo, el snus es accesible a través de páginas suecas de Internet y la industria espera que cambie algo de la directiva de la UE actual antes del año 2013.

Mientras, en Estados Unidos las autoridades temen que los jóvenes se enganchen al snus, porque su consumo es casi indetectable y parece un caramelo. «El tabaco oral es menos letal, pero eso no significa que no sea dañino», afirma Belén Fernández, experta en tabaquismo de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Además del snus, los productos de Reynolds (Camel y Winston) se venden en farmacia porque ha comprado Niconovum, especializada en tratamientos sustitutivos para dejar de fumar. «Las tabaqueras -dice Ayeste- apoyan los tratamientos para dejar de fumar. Les conviene transmitir la sensación de que es posible dejarlo, puesto que eso anima a las personas a empezar a fumar».

«Es como si dejamos en manos de los carteles de la droga el suministro de metadona»

Javier Ayeste