«Lo fácil es hacer demagogia, pero lo que hay que hacer es crear un dimensionamiento proporcionado de la investigación en Galicia de acuerdo con las necesidades reales. El café para todos no vale, hay que priorizar», asegura el director xeral de I+D+i, Ricardo Capilla. El representante de la Xunta subraya que si este año se han limitado las plazas de investigación a 15 «no ha sido por un capricho», sino que el ajuste se debe a las conversaciones que se han mantenido en los dos últimos meses con los rectores de las Universidades y con los propios investigadores.
La racionalización del sistema propuesto con los Parga Pondal es la que también se seguirá en el futuro con los programas dirigidos a los investigadores pre y posdoctorales y a los tecnólogos. Las convocatorias no desaparecerán, según Capilla, sino que se convocarán a principios del próximo año después de pactar con los agentes implicados -Xunta, universidades, sindicatos y colectivos de investigadores- las necesidades de plazas reales que se planteen. «Vamos a sentarnos con todas las partes implicadas -explica Capilla- y definir exactamente las necesidades que se pueden tener en cada una de esas etapas».
Situación desesperada
Los jóvenes investigadores, sin embargo, aseguran que su situación es desesperada y que su capacidad de aguante se encuentra al límite. «Hai moita xente que está facendo a tese traballando gratis porque esperaba que este ano saíse a convocatoria, e non sei si poderá aguantar moito máis a que saia o novo plan», destaca Noelia Cotón, presidenta de Precarios-Galicia.
La representante del colectivo entiende que, de no variar la situación, «existe o risco de que Galicia perda dúas xeracións de científicos: a da xente que inicia a súa carreira investigadora e a da que quere seguir no sistema e vai quedar fóra». Su única salida, asegura, es mantener las protestas e involucrar en ellas también a los investigadores consolidados. «Está claro -dice- que si a situación segue así non imos quedar calados».