Detectan síntomas del párkinson hasta 20 años antes del temblor

Joel Gómez SITGES/LA VOZ.

SOCIEDAD

La edad es clave en este mal, que evoluciona ?de forma más benigna en aquellos en los que se diagnostica antes

01 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El tratamiento de la enfermedad de Parkinson, un mal muy conocido por sus principales manifestaciones, como el temblor en reposo, la rigidez, la lentitud de movimientos o la inestabilidad postural, ha mejorado desde 1990. El uso de nuevos fármacos y cirugía, y el cambio en los estilos de vida y el modo de envejecer, han ayudado a numerosas personas afectadas por la que se considera la segunda dolencia neurodegenerativa más común, por detrás del alzhéimer. En España se calcula que hay entre 80.000 y 100.000 pacientes, de los que unos 8.000 residen en Galicia. El volumen de afectados se prevé que se duplicará en el 2025 y se triplicará en el 2050.

El conocimiento del mal también ha avanzado en las dos últimas décadas. «Ahora hay un enorme interés por los síntomas no motores del párkinson», afirma Julia Vaamonde, del Hospital General de Ciudad Real. Estos pueden aparecer hasta entre 10-20 años antes de los temblores y demás manifestaciones motrices. Entre ellos están la pérdida del olfato, alteraciones de conducta durante el sueño, problemas visuales, estreñimiento, hipotensión, retención urinaria, sequedad de boca, depresión, ansiedad, dolor abdominal o sensación de quemazón en las extremidades. Estos síntomas no son específicos del párkinson. Identificar cuando una persona que los sufre es candidata al diagnóstico de esta dolencia es un reto para la investigación biomédica, pues «ahora se sabe que pueden pasar muchos años de silencio, con síntomas que no se sospecha que tengan que ver con el párkinson cuando sí son síntomas del mal», señala Vaamonde, quien intervino en Sitges en una reunión de especialistas y afectados.

La edad media del inicio del párkinson se sitúa en los 61 años en Europa, e incide sobre todo entre los 50 y los 80; pero al menos un 25% de los afectados son menores de 60. «No hace aún mucho tiempo, cuando se veía en la consulta una persona de 35 o menos años casi no se pensaba que pudiese padecer párkinson», afirma Gurutz Linazasoro, director del centro de investigación de esta enfermedad de la Policlínica Guipúzcoa de San Sebastián. Ahora sí, y Juan Carlos Martínez Castrillo, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, afirma conocer casos «de 18 y 19 años. El párkinson suele evolucionar mejor cuando aparece en jóvenes. Tiene mejor pronóstico un enfermo de 40 años que otro de 70. Disponemos de tratamientos que permiten una calidad de vida durante años y el enfermo puede estar prácticamente asintomático. El problema es la fase final, ante situaciones de inestabilidad por caídas o trastornos psiquiátricos como psicosis o demencias», agrega.

La dosis de algunos fármacos es otra incógnita: no hay enfermos iguales, y si se trata insuficientemente o en exceso, las consecuencias pueden ser importantes. Cuando no hay respuesta a los medicamentos, en algunos casos se recomienda la cirugía o implantación de electrodos. En Galicia solo se opera de esta enfermedad en el Clínico de Santiago.

El futuro

Médicos, biólogos, farmacólogos, bioquímicos y otros especialistas investigan nuevos tratamientos, y también cómo encontrar biomarcadores para predecir precozmente esta enfermedad en el futuro.

Multinacionales como Lundbeck buscan fármacos neuroprotectores, que mejoren o retrasen la evolución del mal. En experimentos con animales se han encontrado moléculas con un efecto protector, pero de momento ninguna de ellas ha beneficiado de modo concluyente en pacientes, señala esta firma. Admite hasta 13 posibles alternativas que han demostrado algún tipo de eficacia, entre ellas la nicotina o la cafeína, que podrían estar en la base de fármacos con potencial neuroprotector.

«Lo ideal sería encontrar alguno, y sin efectos secundarios, para prescribir cuando se sospechase un posible caso. Pero de momento solo hay investigación», insiste Linazasoro.