Galicia es tierra fértil pero de minifundio. A la investigación marina le sucede lo mismo. En los últimos cinco años suma 9.430 trabajos publicados, 570 tesis doctorales presentadas, más 6.000 proyectos y 259 millones de euros en contratos de investigación. Son grandes cifras, pero dispersas. Cada universidad investiga lo suyo, cada institución sigue las líneas que le parece, cada empresa se centra en aquello que le interesa. Hasta ahora nadie había soñado con coordinarlo. Para eso nace el Campus do Mar. De esta forma, la Universidade de Vigo se propone agrupar toda la investigación marina que se realiza en Galicia y el norte de Portugal en el Campus do Mar. Ya para empezar implicará a 2.700 investigadores y eso lo convertirá en la mayor agrupación investigadora de España y en una de las más grandes de Europa, según sus promotores. El mérito ya estaba conseguido al margen de que obtuviera el sello de campus de excelencia internacional, porque había logrado precisamente eso: agrupar, aunar, sumar esfuerzos por un mismo proyecto. «¡Ata o CSIC e o IEO van xuntos!», bromeaba ayer un dirigente que conoce bien la gestación del Campus do Mar. También reman en la misma dirección las tres universidades gallegas. Un total de 22 instituciones se implican al más alto nivel y muchas decenas de organismos y empresas han dado su apoyo. La potencia de la agrupación es, por tanto, enorme. «O traballo xa o temos feito», decía hace pocos días el rector, para destacar que el proyecto se pondría en marcha sí o sí, recibiera o no el galardón de campus de excelencia internacional. La base central estará en la antigua ETEA de Vigo, desde donde se coordinará a todas las instituciones. Cada una de estas aportará sus propias instalaciones, desde facultades hasta laboratorios para funcionar en red. Además de la investigación, se crea una escuela internacional de posgrados con el objetivo de que el 30% del alumnado no sea ni español ni portugués en el año 2015.