Las madres adolescentes pasan un año sin usar protección antes de concebir

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

Un trabajo del CSIC revela que tienen peores empleos y se separan más que sus coetáneas

26 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una de cada diez españolas nacidas entre 1981 y 1985 ha sido madre en la adolescencia. Salvo para un mínimo porcentaje que lo haya querido ser por propia voluntad, el estudio Maternidad adolescente en España , dirigido por la investigadora del CSIC Margarita Delgado, desvela que las españolas siguen con la guardia baja a la hora de establecer su primera relación sexual. Las que han sido madres antes de los 20 se iniciaron en el sexo a los 17 años de media, un año antes que el resto, y solo el 43% utilizaron algún medio anticonceptivo en su primera vez. Lo más grave, sin embargo, lo supone el hecho de que permanecieron de media un año y tres meses sin recurrir a ningún tipo de protección, expuestas al peligro de quedarse embarazadas. El estudio del CSIC, realizado entre 9.700 mujeres de 15 a más años, cifra el riesgo de forma estadística: mantener relaciones sexuales en la adolescencia sin ningún método anticonceptivo o usado después de mantener la primera relación multiplica por seis el riesgo de un embarazo precoz y no deseado.

El perfil

La investigación también ha permitido trazar un perfil de las madres adolescentes en España. «La maternidad supone un punto de inflexión muy importante en su trayectoria vital, tienen que asumir acontecimientos de gran relevancia en un período muy corto, de ocho a nueve meses, y muchas veces no saben cómo hacerlo», explica la socióloga Margarita Delgado. La vida les cambia, pero en la mayoría de los casos para peor. En el momento de la concepción, la gran mayoría estaban solteras, vivían con sus padres, no tuvieron ocasión de mantener una convivencia con sus parejas y seguían con los estudios. ¿Qué les ha ocurrido después? Se ven obligadas a emanciparse de forma repentina, a formar una pareja estable antes que sus coetáneas y a abandonar sus estudios, ya que «el embarazo es el desencadenante de todos estos acontecimientos», según Delgado. Su futuro a largo plazo tampoco es, en general, mucho mejor: su incorporación al mundo laboral es más tardía y, cuando lo consiguen, tienen una menor estabilidad en el empleo. Y su vida sentimental tampoco es más afortunada: el porcentaje de separaciones es el doble que en el resto de las mujeres, rupturas que incluso se triplican en las madres precoces que se emparejaron entre los años 1965 y 74. «Todo indica -constata el estudio- que las situaciones desfavorables que conlleva una maternidad precoz suelen persistir a lo largo de la trayectoria vital».

Las madres jóvenes son más precoces también a la hora de mantener relaciones sexuales y más descuidadas en prevenir embarazos, pero la situación tampoco es la ideal en el resto de las mujeres. Las jóvenes españoles nacidas entre 1981 y 1985 se inician en el sexo a los 18 años, tres años y medio antes que las de entre 1951 y 1955. Una de cada cuatro, un 23,14%, no utilizan anticonceptivo en su primera relación y, desde este primer encuentro, pasan hasta siete meses hasta que se deciden a utilizar el preservativo o cualquier otro medio eficaz. «Hemos mejorado, pero muy lentamente, y queda todavía mucho que hacer en cuanto a prevención», resume la socióloga Margarita Delgado.