Primer caso de eutanasia pasiva en Suecia tras suavizar la norma

La Voz COPENHAGUE/EFE.

SOCIEDAD

La paciente, de 32 años, fue desconectada el martes del respirador que la mantenía viva

07 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una joven de 32 años con parálisis total y enfermedad neurológica degenerativa congénita falleció en el hospital de Danderyd, en Estocolmo, después de que la dirección del centro autorizase la desconexión del respirador al que estaba conectada. Este es el primer caso de eutanasia pasiva en Suecia desde la reinterpretación de la normativa, a finales de abril.

La muerte de la mujer, que fue narcotizada para evitar que tuviera sensación de asfixia, se produjo el martes por la tarde, según informó la emisora pública Radio de Suecia.

Se trata de la misma joven que hace dos meses había reclamado en una carta abierta a las autoridades su derecho a decidir por sí misma si quería seguir o no el tratamiento para continuar con vida y había exigido una respuesta antes del verano. La fallecida, cuya identidad no se ha difundido y que vivía en su casa con asistencia permanente, llevaba conectada a un respirador desde los seis años. «No quiero sufrir ni pudrirme más tiempo. Ayuden a los servicios de salud a ayudarnos. Ningún ser humano en el mundo puede afrontar asfixiarse a sí mismo en estado consciente sin tener pánico. Si hubiera podido hacerlo yo misma, lo habría hecho», dejó escrito la joven sueca.

La Dirección Nacional de Salud se pronunció en abril de forma favorable a la petición de la joven y de otros dos enfermos más, señalando que cualquier paciente capaz de tomar decisiones y mentalmente sano puede interrumpir, si lo desea, un tratamiento que únicamente lo mantiene con vida.

Obligados a acatar la decisión

Los médicos están obligados a respetar la determinación del paciente siempre que este sea competente para decidir y esté informado de las consecuencias. Esta aclaración de las autoridades suecas había sido reclamada por las asociaciones de médicos. La decisión, tomada a petición de la Sociedad de Medicina de Suecia, buscaba aclarar la legislación, donde dos disposiciones entraban en contradicción: una autorizaba a un paciente a decidir interrumpir un tratamiento, y otra convertía en delito la ayuda al suicidio, por ejemplo, mediante la desconexión de un aparato respiratorio.

La eutanasia en su forma activa está prohibida en Suecia, pero sus límites han suscitado un debate en los últimos meses a raíz del caso de una médica del hospital infantil Astrid Lindgren, acusada de asesinato de un bebé prematuro al que suministró altas dosis de morfina cuando su estado era terminal.

Bélgica, Holanda y Luxemburgo son los tres únicos países en que la eutanasia está legalizada. El Parlamento holandés debatirá próximamente una ley que permitiría a los mayores de 70 años el suicidio legal asistido por profesionales sanitarios.