El Chuac practica el trasplante de pulmón número 300 de Galicia

La Voz

SOCIEDAD

El complejo médico es el segundo de España en número de injertos de este tipo tras el Vall d'Hebron de Barcelona

23 mar 2010 . Actualizado a las 09:51 h.

La solidaridad de la familia de un joven de 15 años de fuera de la comunidad autónoma, fallecido a consecuencia de una hemorragia cerebral por rotura de un aneurisma, permitió este fin de semana salvar la vida a media docena de personas, entre ellas los dos gallegos que elevan a 300 el número de trasplantes de pulmón realizados en Galicia desde que se pusiera en marcha el programa, hace ahora un decenio, en el Complejo Hospitalario Universitario A Coruña.

Los receptores de los órganos fueron un hombre de 62 años que padecía enfisema pulmonar y una mujer de 56 con hipertensión pulmonar. Ayer, ambos permanecían bajo vigilancia intensiva en la unidad de reanimación y, según el responsable de cirugía torácica, Borro Maté, su evolución era favorable y se esperaba que en el plazo de un par de días pudiesen ser trasladados a la planta de hospitalización.

Ambos pacientes fueron intervenidos casi de forma paralela, con apenas unos minutos de diferencia, en la madrugada del viernes al sábado por un equipo multidisciplinar de profesionales, del que forman parte los cirujanos torácicos Mercedes de la Torre, Diego González Rivas, Ricardo Fernández Prado, así como María Delgado y Marina Paradela.

«El donante era muy joven -explicó el jefe del equipo, Borro-, los pulmones eran perfectos», de modo que casi a un tiempo fue posible implantar un pulmón a cada uno de los receptores.

Tres meses menos de espera

«Tenemos experiencia con los trasplantes unipulmonares, los resultados son similares a los del bipulmonar, los pacientes se recuperan bien, vuelven a realizar una vida prácticamente normal, y esta técnica nos permite además acortar los tiempos del enfermo en lista de espera -recalcó el especialista- y, por tanto, reducir la mortalidad mientras no aparece un donante».

Según los datos del centro, en el 2009, año en el que el hospital coruñés fue el segundo de toda España en número de injertos de pulmón tras el Vall d'Hebron de Barcelona, los gallegos que necesitaban un órgano para respirar permanecieron 59 días a la espera de que apareciese, cuando la media del resto de España se situó en cinco meses. La mortalidad en lista fue del 2,4%.

Más que alcanzar la cifra de 300 injertos pulmonares, el responsable de cirugía torácica, Borro Maté, destacó la importancia que para la comunidad gallega supone el mantener una actividad sostenida de las más altas del país.

Con un balance medio de 30 operaciones pulmonares al año (los dos últimos ejercicios fueron 40), «las posibilidades terapéuticas son más altas para los habitantes de un territorio que, comparativamente con las comunidades más trasplantadoras (Cataluña y Madrid), tiene la mitad de población», recalcó el especialista.