La UE confía en el aumento de la financiación privada para promover formación

EFE

SOCIEDAD

La educación «es un bien público y hay que garantizarlo buscando cauces de financiación», subrayó por su parte Gabilondo.

15 feb 2010 . Actualizado a las 18:01 h.

Los países de la UE confían en lograr una mayor financiación privada de las instituciones educativas para aumentar la proporción de personal cualificado y hacer frente así a la actual crisis económica, según acordaron hoy en el Consejo de Educación celebrado en Bruselas.

Los Veintisiete alcanzaron un compromiso a fin de colocar las políticas educativas «entre las prioridades y señas de identidad» para abordar la crisis económica y el deterioro del mercado laboral, dijo el ministro español de Educación, Ángel Gabilondo.

Si se sitúa a la educación «en el centro» de la estrategia económica comunitaria para la próxima década, que se aprobará bajo presidencia española de la UE, «aumentará la financiación», afirmó Gabilondo en rueda de prensa tras la reunión.

«No fomentar una formación cualificada tendrá enormes efectos sociales y económicos para los países, resultará muy caro», advirtió.

En 2020, el 85% de los puestos de trabajo en la UE exigirá una titulación superior (es decir, se necesitarán 19 millones más de ciudadanos europeos con títulos universitarios, de enseñanzas artísticas o Formación Profesional), según la nueva comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou.

Para hacer frente a esta demanda, la financiación de las universidades «no sólo podrá basarse en la inversión pública, deberíamos contar también con más inversiones privadas», dijo Vassiliou.

«Hay que desarrollar la relación adecuada entre instituciones de educación superior y el mundo de la empresa», añadió la comisaria.

La educación «es un bien público y hay que garantizarlo buscando cauces de financiación», subrayó por su parte Gabilondo.

Dichas formas de financiación, no obstante, «deben garantizar la libertad de cátedra y de pensamiento», precisó el ministro.

«Las universidades europeas entienden esto perfectamente, no se trata de mercantilizar la universidad ni mucho menos, pero sí de reconocer que hay intereses públicos compartidos», añadió.

En algunos Estados miembros, «la apuesta privada por la investigación es muy pequeña», señaló Gabilondo, quien instó a «todas las instituciones con responsabilidad social de todos los sectores a participar activamente en la vida universitaria».

Los Veintisiete también acordaron la necesidad de promover «modos de formación más flexibles y vinculados al mercado laboral», así como de «fijarse objetivos concretos y claramente definidos», como elevar la proporción de la población con un título superior hasta el 40%, meta acordada por los Veintisiete el año pasado.

Así, se pretende situar a la UE en posición de competir con potencias como Japón o Estados Unidos, que ya alcanzan dicho porcentaje de población con estudios superiores.

Dicho objetivo es uno de los indicadores que se podría incluir en la estrategia comunitaria sobre Crecimiento y Empleo hasta 2020, que está previsto que se apruebe bajo presidencia española.

«Nuestro objetivo es lograr un número de indicadores limitado para el futuro, entre los que estará la proporción de licenciados superiores», dijo Vassiliou.

Asimismo, los ministros hicieron balance sobre el período hasta 2010, en el que «se han logrado resultados positivos, pero también hay objetivos que no se han cumplido», alertó Gabilondo.

En particular, el ministro se refirió a la aplicación de técnicas de enseñanza más innovadoras y a la dimensión social de la educación.

En la UE, señaló, «hay mucho por hacer sobre la educación permanente, la formación cualificada, el fomento del espíritu emprendedor y la cohesión social», así como mejorar la empleabilidad y «el traspaso de conocimientos entre las instituciones educativas y la sociedad».

Estos puntos «son determinantes en el actual contexto de crisis económica», subrayó Gabilondo.