Los alumnos de la Universidad de Sevilla podrán terminar su examen aunque los sorprendan copiando

María Naranjo

SOCIEDAD

La finalidad de esta medida es aportar «garantías» al alumno y evitar así decisiones «arbitrarias» por parte del profesorado, «sin perjuicio de las actuaciones posteriores que procedan».

18 ene 2010 . Actualizado a las 20:20 h.

La Hispalense se ha convertido en la primera universidad española en diseñar un protocolo de actuación para los casos en los que se detecte que un alumno esté copiando en un examen. Al contrario de lo que venía sucediendo hasta ahora y ocurre en el resto de centros universitarios del país, los docentes de la Universidad de Sevilla permitirán al alumno continuar realizando la prueba escrita y será a posteriori un comité integrado por profesores y alumnos el que valorare la gravedad de los hechos.

Según el director de Comunicación de la Universidad de Sevilla, José Álvarez, la finalidad de esta medida es aportar «garantías» al alumno y evitar así decisiones «arbitrarias» por parte del profesorado, «sin perjuicio de las actuaciones posteriores que procedan». Una cuestión que en la Universidad han querido dejar claro, ya que no es que se permita al alumno copiar, sino que simplemente se le dejará terminar su examen y será después cuando se adopten las medidas oportunas. Así, el estudiante tendrá la opción de argumentar su defensa.

«Lo que se pretende es que los profesores no adopten medidas discrecionales y ofrecer al alumno el derecho básico a terminar su prueba escrita, porque si se le expulsa se trata de una solución irreversible que puede acarrear un daño irreparable en la vida del estudiante, en el ámbito administrativo», explicó Álvarez, quien subrayó que el alumno al que se sorprende copiando «puede perder una beca o no poder presentarse a una oposición». «Obviamente, un estudiante no debe ni puede copiar, una acción que sigue estando perseguida», añadió, en la Universidad de Sevilla.

De este modo, según el directivo, se ofrece también a los profesores el mecanismo para que sepan qué hacer en estos casos de una manera homogeneizada en toda la Universidad ya que hasta ahora se trataba de «una norma no escrita».

El profesor que detecte la práctica tendrá que levantar acta de los hechos, presentar las pruebas oportunas ante un comité -las conocidas 'chuletas' o testigos que avalen que el alumno en cuestión ha mantenido contacto verbal con otro compañero- y será este oganismo el que decida la medida a adoptar. El alumno, como hasta ahora, tendrá la opción del recurso.