Engañado por su mujer y abandonado por los suyos

La Voz

SOCIEDAD

11 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Resulta difícil valorar la magnitud de la crisis política abierta por el irisgate , pero es sin duda una de las mayores registradas en la política norirlandesa de los últimos meses. Las veleidades de la señora Robinson han colocado a su marido en una posición tan débil en el ortodoxo presbiteriano Partido Democrático del Úlster (DUP) que ayer uno de sus altos cargos, el reverendo David McIlveen, pedía la dimisión inmediata de Robinson.

La petición llevaba un doble motivo: por un lado, limpiar la mancha de inmoralidad arrojada por las debilidades carnales de la señora Robinson sobre el partido y, segundo, porque existe la duda de hasta qué punto el premier conocía las irregularidades cometidas por su esposa para ayudar a su amante. McIlveen siempre ha hablado en nombre de Ian Paisley, anterior líder unionista y ex primer ministro, con un gran peso en el mundo del ultraunionismo.

Otro ex líder unionista y ex premier el Úlster, lord David Trimble, del Partido Unionista del Úlster (UUP), también ha clamado por la dimisión de Robinson al considerar que ha perdido «la autoridad en el partido y en el sistema».