Todos los científicos Parga Pondal y Ramón y Cajal de Galicia piden a sus contratantes estabilidad laboral

Jesús Manuel García

SOCIEDAD

14 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los investigadores de los programas Parga Pondal y Ramón y Cajal de Galicia piden a los responsables de sus instituciones contratantes «que ofrezcan posibilidades reales de estabilización de los puestos de trabajo al fin de los cinco años de contrato, siempre y cuando se acredite el adecuado cumplimiento de las funciones asignadas a dichos contratos». Esta es una de las tres peticiones acordadas ayer en las asambleas de ambos grupos de investigadores en unas jornadas celebradas en el campus de Ourense.

Estos científicos quieren que la Xunta y el Parlamento de Galicia se pronuncien sobre la necesidad de garantizarles la continuidad, la estabilidad y la mejora de las condiciones laborales. Además solicitan una mayor exigencia desde la Xunta a los centros receptores «para que establezcan planes suficientes de consolidación de los investigadores financiados por los programas de recursos humanos», dicen en su manifiesto conjunto. De igual modo, piden presupuesto anual concreto para las plazas estables de personal investigador y docente originadas en el sistema gallego público de I+D+i desde los contratos de personal investigador financiados por los programas de recursos humanos de I+D+i europeos, nacionales y autonómicos.

Por último, ambos grupos de científicos solicitan una solución para todos aquellos investigadores Isidro Parga Pondal y Ramón y Cajal que, «habiendo obtenido acreditaciones Manuel Colmeiro o I-3, han terminado ya sus contratos sin posibilidad de consolidación de sus puestos de trabajo en las universidades gallegas».

Los participantes en las jornadas lamentaron la ausencia de los representantes de la Xunta que estaba invitados a ellas.

Estos investigadores acaban sus contratos en las universidades sin opción de continuar. Es el caso de cinco Parga Pondal en la Universidade de Vigo y de entre cuatro y seis de la Universidade da Coruña que terminaron sus contratos el 30 de septiembre. Así, se interrumpe su actividad investigadora, se desperdicia el dinero invertido por la Xunta en financiar los cinco años de contrato, unos 1,8 millones de euros, además de la pérdida de científicos que cumplen los requisitos de calidad de producción y actividad científico-técnica.

Vestidos de luto

Un grupo de investigadores coruñeses acudieron a las jornadas vestidos de luto por estos hechos y dejaron claro que sus programas de I+D pagan los gastos de su contratación y en las universidades se les deja hacer docencia sin gasto para la institución universitaria. Añaden que su docencia significa que otros profesores titulares puedan liberar horas de clase para otros fines que redunden en más calidad. Y dicen que ellos generan ingresos en la universidad.