La estabilidad familiar mejora la salud y la economía de sus miembros

Rafael Herrero

SOCIEDAD

Según un estudio, el coste de las rupturas matrimoniales se eleva a varios miles de millones de euros, teniendo en cuenta las prestaciones sociales y la seguridad social.

09 nov 2009 . Actualizado a las 19:41 h.

La denominan la familia sostenible. O lo que es lo mismo, aquella institución familiar que promueve el bienestar de sus miembros sin comprometer el de sus descendientes, es decir, de los hijos. Pero, en realidad, se basa en una vuelta a la familia fundamentada en el matrimonio clásico -religioso o civil que aporte la estabilidad necesaria a sus miembros.

En esa familia «estable» no caben las parejas de hecho -«su esencia es la falta de estabilidad» ni, de momento, los matrimonios homosexuales -«no hay estudios concluyentes, pero esas uniones tienden a durar muy poco»--. Lo dice Ignacio Socías, director general de The Family Watch, una asociación internacional que, en base a estudios de numerosos países, ha emitido un informe en el que radiografía «la preocupante evolución del matrimonio en España». «Durante los últimos años se ha debilitado la consideración social del matrimonio, de la estabilidad familiar y del compromiso matrimonial», señala.

Aduce la mencionada asociación que medidas como la del divorcio exprés ha dejado sin garantías a los que quieren formar una familia estable, «a pesar de que siguen siendo mayoría». Sin embargo, tanto en España como en numerosos países es evidente y está probado que la estabilidad familiar, basada en el matrimonio, «mejora la salud, el bienestar y la economía de sus miembros». En consecuencia, tienen más cercana la felicidad.

Los impulsores del informe concluyen que la supresión de la figura de la «separación previa» en la ley del divorcio exprés debería ser «repensada»', porque lo que consigue es que se disparen los divorcios. Y poner freno a las rupturas familiares es sustancial para esta asociación, tanto desde el punto de vista de las familias como de las repercusiones económicas y sociales.

Por ello, Silvia Meseguer, portavoz del área de Derecho de The Family Watch, abogó por cambios legislativos que contemplen cláusulas para «blindar» el matrimonio en caso de que surjan etapas de crisis en la pareja. Por ejemplo, comprometiéndose ambos, por escrito, a consultar a un mediador familiar, asistir a una terapia específica o a dejar transcurrir un plazo determinado que 'enfríe' los primeros arrebatos de ruptura y permita reconducir la situación.

Beneficios

Y es que, arguyó, «los problemas no se arreglan al disolverse la familia. En algunos estados de EEUU es obligatorio pasar por un mediador familiar para tratar de arreglar las diferencias». El informe de la asociación, basado en datos de 115 estudios internacionales, indica que entre los efectos positivos de la estabilidad familiar para los padres figuran una mayor esperanza de vida y menores índices de enfermedades mentales, de alcoholismo y de violencia doméstica. Para los hijos, menos mortalidad infantil, menos alcoholismo, drogadicción y delincuencia al llegar a la pubertad, mejores resultados académicos, menos enfermedades mentales, menos relaciones sexuales precoces y, por tanto, menos embarazos no deseados.

Una vuelta al «edén familiar» del que España se ha alejado, según los autores del informe. Porque en nuestro país, sostienen, durante la última década los matrimonios han descendido un 20%, las rupturas han aumentado un 10% y los divorcios han crecido un 380%.

La ecuación matrimonio-familia-estabilidad tiene, además, importantes repercusiones económicas, indican. La estabilidad es la opción que menor coste supone, tanto para sus miembros como para los contribuyentes. Argumentan que, tal como se ha demostrado en otros países europeos, el coste de las rupturas familiares se eleva a varios miles de millones de euros, teniendo en cuenta prestaciones sociales, seguridad social, acogida de menores, etc.

La política familiar, subraya el informe, debe promover iniciativas que sirvan para prevenir las crisis familiares, en lugar de facilitar la ruptura, y que se revise el marco legal del matrimonio civil en España para «reforzar la situación de los cónyuges que aspiran a construir una relación estable». El informe mantiene que la duración media de los matrimonios disueltos en España en 2008 fue de 15,6 años y que el mayor número de rupturas matrimoniales tuvo lugar en la franja 40-49 años.

Niños más más sanos y más felices

El estudio es concluyente al afirmar que «los niños que crecen en familias formadas por dos padres casados tienen más posibilidades de crecer felices, sanos y con éxito que aquellos que no gozan de ese nivel de seguridad y estabilidad familiar». Aduce, asimismo, que los casados tienen mejor salud que los divorciados y los solteros.

Y resalta hasta qué punto las rupturas familiares han contribuido a la «feminización de la pobreza». Además, arguyen que los miembros de familias estables son más «disciplinados» en el cumplimiento de las normas legales y sociales, y son los que luego mejor contribuyen a la financiación de la seguridad social.

Admite el informe que la regla general de que estabilidad equivale a sostenibilidad «no impide que se den casos de éxito en otros entornos ni que existan matrimonios que no cumplan adecuadamente su función». «Ambos casos -sugieren deberán estar regulados por ley, pero sin olvidar que la estabilidad es mayoritaria y más beneficiosa». Son necesarios, por tanto, «mecanismos que incentiven la estabilidad y que apoyen a los cónyuges en sus esfuerzos por sacar adelante su matrimonio, en lugar de ofrecerles como única salida a los problemas la declaración legal del fracaso de su relación».