Niños en venta

COLPISA

SOCIEDAD

El tráfico de bebés y de menores por parte de poderosas redes mafiosas es práctica común en los países más pobres de la UE como Bulgaria y Rumanía.

30 oct 2009 . Actualizado a las 15:16 h.

La Policía búlgara detuvo hace uno días en Sliven (este del país), en el marco de una operación contra el tráfico de recién nacidos, a un matrimonio acusado de vender al menos tres bebés en la vecina Grecia. Según las autoridades policiales, la red desarticulada, que existía desde 2006, organizaba cada año el viaje de al menos cuatro mujeres embarazadas a Grecia para que dieran a luz y poder vender después sus bebés por un precio de unos 8.000 euros a familias adoptivas del país heleno. Los investigadores informaron que en esta red estaban implicados empleados, abogados y jueces griegos. El pasado mes de junio, la Policía desarticuló otra red de características similares. Dos abogados búlgaros que vendían los bebés por unos 40.000 euros, en el caso de niños, y 30.000, si eran niñas, fueron detenidos en esta operación. En los últimos años, las fuerzas de seguridad búlgaras han descubierto varias redes de tráficos de niños, y tanto la UE como Estados Unidos han emitido críticas a Sofía, que ingresó en la Europa comunitaria en enero de 2007, por su incapacidad para luchar contra este tipo de delincuencia. Según diversos medios, ONG y organismos internacionales, Bulgaria, que es el país más pobre y corrupto de la UE, conforma con Rumanía -que también ingresó en la Unión en enero de 2007- y otros países de la Europa balcánica un amplio territorio controlado por redes mafiosas que tienen vinculaciones con sectores políticos, judiciales y empresariales.

Veinte años después del hundimiento del comunismo, la política, los negocios y la delincuencia se dan la mano en Rumanía y Bulgaria. «El tráfico de bebés y niños es la manifestación más siniestra de las redes criminales», asegura a Colpisa un periodista rumano. Los detenidos en operaciones policiales son, en la mayoría de los casos, «meros peones de las mafias» y las madres biológicas que venden a sus hijos «pertenecen a los sectores sociales más pobres y a grupos étnicos marginados como los gitanos», explica el citado periodista. Los Balcanes son el «imperio de las mafias» y «la miseria, es su mejor caldo de cultivo», señala el sociólogo rumano Mircea Kivu. La inmigración clandestina, el tráfico de armas, de dinero falso, de vehículos robados, de droga y de órganos, la trata de blancas y la prostitución, la explotación infantil y la venta de bebés y de niños son la razón de ser de las redes mafiosas búlgaras, rumanas, albanesas, albano-kosovares o serbias, constituidas por delincuentes y en algunos casos ex policías y militares de los antiguos regímenes comunistas.

Europa occidental es el mercado predilecto de las mafias, que han conseguido extender sus tentáculos en países como España, Francia, Italia, Alemania y Austria. Según Europol, en la UE, entre 200.000 y 500.000 personas -de las cuales 120.000 proceden de los Balcanes occidentales- son víctimas de grupos mafiosos. Miles de estas víctimas son menores de edad que serán vendidos a familias adoptivas, acabarán mendigando en ciudades españolas, francesas o italianas, cometiendo hurtos, prostituyéndose A tenor de los datos que baraja la Organización Internacional de Migraciones, unas 120.000 mujeres y menores de edad de Europa del Este han caído en las garras del crimen organizado. UNICEF asegura que «el número de adopciones ilegales de niños del Este y del Sureste del continente hacia Europa occidental está también al alza». En Francia, en los últimos años, la Policía ha descubierto a menores de edad que venden su cuerpo a cambio de dinero. En el caso de las chicas, proceden de Albania, Kosovo, Ucrania, Bulgaria y Chequia, además de países del Tercer Mundo. Los chicos suelen ser rumanos, marroquíes y argelinos. Sólo en París hay varios centenares; algunos apenas tienen 10 años.

Negocio rentable

En Rumanía, donde se concentran la mitad de los niños seropositivos de Europa, los expertos consideran que la venta de bebés y menores de edad es un «negocio rentable» para el crimen organizado y las familias en situación precaria que buscan dinero para sobrevivir. El contexto sociocultural tampoco ayuda, pues según la ONG Osservatorio sui Balcani, el 65% de los ciudadanos consideran que es aceptable la aplicación de castigos corporales a los menores de edad. Las leyes rumanas prohíben la adopción de niños por extranjeros, pero la pobreza de muchas familias y las mafias acaban siempre ganando la partida en un país donde unos 48.000 críos están en orfanatos, y sólo en Bucarest hay entre 3.000 y 5.000 menores de edad que malviven en la calle. Un equipo de la cadena de televisión británica Sky News descubrió que en Bucarest hay padres dispuestos a vender a sus hijos recién nacidos por unos 700 dólares. La venta de bebés es también una práctica extendida en Albania, donde la mayoría de esto crímenes quedan impunes. En la próspera Chequia, la Policía ha desarticulado bandas que se dedicaban a la venta de menores de edad en el Reino Unido. Estos niños, en algunos casos, acaban en manos de pederastas o de la industria pornográfica.