Médicos españoles piden que se priorice la atención telefónica a los afectados para no colapsar los centros
10 sep 2009 . Actualizado a las 12:02 h.Las aseguradoras privadas lusas no cubrirán los gastos de atención médica derivados de la gripe A, según anunció ayer la asociación del sector, con el argumento de que se trata de una pandemia y el gasto podría llevarlas a la quiebra. La Asociación Portuguesa de Aseguradoras (APS) afirmó en un comunicado que cubrir esos gastos sería «una gran irresponsabilidad» por su parte, que podría hacer entrar en crisis al sector y agravar la situación económica.
Aunque la seguridad social portuguesa abarca a la gran parte de los diez millones de habitantes del país, son muchas las empresas y particulares que tienen contratadas primas básicas o complementarias de atención médica. Sin embargo, esas pólizas no cubrirán los gastos de hospitalización o atención médica que puedan tener los asegurados por contraer la gripe A.
Hasta el momento se han registrado más de cinco mil casos del virus en el país. Las aseguradoras portuguesas están decididas a aplicar una de las cláusulas habituales en la llamada «letra pequeña» de las pólizas, que excluye su responsabilidad y el pago correspondiente en pandemias, catástrofes o conflictos declarados.
Diez propuestas médicas
Por su parte, en España, «la mayoría de los pacientes afectados (por gripe A) sufrirán un cuadro leve que no requiere una atención médica específica. Por ello, se prioriza la atención telefónica como el método más accesible para valorar la necesidad de asistencia clínica de un paciente». Así reza el primer punto del Decálogo de propuestas organizativas de los centros sanitarios ante la gripe A, presentado ayer en el Colegio de Médicos de Madrid por un grupo de profesionales integrado por médicos de familia, pediatras, farmacéuticos, residentes y estudiantes de medicina.
Ante el previsible aumento de la asistencia a los centros sanitarios por el incremento de casos de gripe por el virus A(H1N1), estos profesionales han elaborado diez propuestas a la Administración sanitaria para mejorar la atención al paciente y contribuir a una organización eficaz de los recursos sanitarios.
En la primera de estas propuestas también se pide a las autoridades que divulguen y recomiendan las medidas de autocuidado a la población en general, así como el conocimiento de los signos de alerta que puedan motivar una valoración médica.
Los galenos confían en que los pacientes afectados acudan con cita previa a los centros de salud, lugares donde se reconoce que será más probable contagiarse. Pero advierten que si «el número de casos se incrementa llamativamente en breve espacio de tiempo y las consultas reciben una gran cantidad de gente sin cita previa o con carácter urgente», es necesario «organizar algún sistema de clasificación que determine la necesidad de atención preferente o urgente por parte del médico».
Como la atención a domicilio, que implica unos 30 minutos por paciente, es «inviable hacerla de forma generalizada y masiva», proponen que las solicitudes de avisos domiciliaros sean evaluados directamente por contacto telefónico con el enfermo o sus familiares por el doctor del paciente o, en su defecto, por médicos del mismo centro de salud.
Ante la previsible ausencia por enfermedad de parte del personal sanitario y la excesiva carga de trabajo que recaerá sobre los activos, se solicita «a los pacientes que presenten otras patologías no preferentes que asuman la necesidad de pasar a un segundo plano y retrasar su consulta».
También proponen que se autorice «con carácter excepcional» un documento único de baja laboral rellenable por el primer médico que atienda al paciente en cualquier ámbito.