El pico de gripe A en el hemisferio sur es más leve de lo esperado

SOCIEDAD

La mortalidad es similar a la estacional, pese al mayor número de contagios porque no afecta a los ancianos

07 sep 2009 . Actualizado a las 15:07 h.

¿Contagiosa? Mucho, pero no tanto como se temía. Y más leve también, al menos hasta ahora, de lo que se presuponía. Mientras el hemisferio norte se prepara para la epidemia de gripe A, el sur, en pleno invierno, ya ha sufrido su pico máximo y el número de casos experimenta desde las últimas semanas un progresivo declive.

¿Y qué se ha observado hasta ahora? Que el número de afectados en países como Australia, Nueva Zelanda, Chile o Uruguay es menor del previsto y en ningún caso se ha llegado ni de lejos al 30% de la población afectada, uno de los escenarios planteados por la propia OMS o por el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades. Además, la tasa de mortalidad es similar, o incluso menor, al de la gripe estacional, una evolución que ha sorprendido a los epidemiólogos. «Se esperaba más», constata el epidemiólogo de la Consellería de Sanidade Pedro Brañas Tato. Es un dato tranquilizador, pero conviene, no obstante, mantener la prudencia. «El futuro -certifica Brañas- es imposible de predecir y el virus puede cambiar a medida que pase el tiempo, pero de momento no tenemos ninguna pista ni ninguna razón objetiva para pensar que la gripe A vaya a ser peor en el hemisferio norte que en el sur». El virus mantiene una gran estabilidad y no parece probable, aunque tampoco se puede descartar del todo, que vaya a mutar en el invierno europeo.

Otro dato tranquilizador lo aporta el número de muertos, porque pese a que el número de contagios ha sido mucho mayor que el de una gripe estacional, el de fallecidos se ha mantenido o incluso ha sido menos elevado. La razón puede encontrarse en que no ha afectado a los mayores de 65 años, la población más vulnerable a los procesos víricos, que suelen complicar otras patologías previas de los ancianos. La mayor protección de los ancianos al virus refrenda la hipótesis de que pueden estar inmunizados por algún virus del tipo H1, la base del actual, que hayan contraído antes del año 1957, cuando en el mundo irrumpió la variante asiática H2.

El ejemplo neozelandés

Un ejemplo paradigmático de lo que ocurre en el hemisferio sur es el de Nueva Zelanda, más que nada por la extrapolación que se pueda hacer con Galicia. Es un país con una población no muy superior a la gallega, 4.300.000 habitantes, que tiene un clima parecido y un sistema sanitario eficaz. En Nueva Zelanda, la gripe A ha afectado al 11% de la población, un porcentaje que triplica los casos del virus común, y ha matado a 17 personas, un número que podría elevarse, pero no mucho más, en cuanto concluya la temporada y se revisen casos pendientes de confirmar. Un informe del Ministerio de Sanidad del país en colaboración con hospitales y universidades señala que el sistema público de salud no se ha visto demasiado saturado por la enfermedad, tanto por las medidas aplicadas como por la menor incidencia del virus. Algo parecido ha ocurrido en las escuelas, donde el impacto ha sido pequeño.