Colas para celebrar el día del turista

Nino Soto

SOCIEDAD

Como todos los años, el Concello de Sanxenxo premia a sus visitantes con una sardiñada que congregó a la gente media hora antes del comienzo de la cita

26 ago 2009 . Actualizado a las 13:10 h.

Es una estampa veraniega habitual. Cientos de turistas haciendo cola ordenadamente en el puerto deportivo de Sanxenxo, en la praza dos Barcos, para disfrutar de una sardiñada popular. Es la forma que tiene este Concello pontevedrés de darle las gracias a los miles de visitantes.

A primera hora, ahí estaba el ejército de voluntarios con las parrillas en la mano encendiendo las brasas, a muy pocos metros de los yates de lujo y los pubs con más glamur de la zona. Y los agradecidos turistas haciendo cola media hora antes del inicio de la cita gastronómica, cualquier cosa con tal de comerse una rica sardina de la ría. Antes de las doce se empezó a gestar la larga fila de visitantes y locales que esperaban su ración. Minutos más tarde, ya eran cientos de personas los que se apilaban para degustar las 3.500 raciones de sardinas a la brasa (1.000 kilos), los 350 litros de ribeiro y las 350 barras de pan que brindó el Ayuntamiento.

Al filo de las 12.20 horas, se retiró la valla que delimitaba el regimiento de invitados del exquisito manjar. Todo estaba previsto para que los comensales pudieran chuparse los dedos, aunque a esa hora la cola ya se prolongaba desde la praza dos Barcos hasta la mitad de la calle que lleva el mismo nombre, a la altura de los restaurantes Carmen y A Goleta -en la fachada marítima entre los arenales urbanos de Silgar y Panadeira-.

Dos horas más tarde, la fila, perfectamente estructurada y con orden militar, todavía se extendía hasta la calle de Os Barcos con las nuevas incorporaciones al banquete popular que no querían perderse el aperitivo con el Concello les obsequiaba. «No me importa esperar. Es parte de la diversión», señaló una turista de Gijón. «Uno se lo pasa bien en la cola y luego comiendo una sardina», añadió.

La alcaldesa Catalina González hizo acto de presencia en el muelle deportivo de Sanxenxo a eso de las 12.30. Con ella, también llegó el séquito de concejales y la reina de las fiestas, acompañados todos por una agrupación folclórica.

El sol en esta jornada jugó con ventaja, ya que el buen tiempo hizo que muchos turistas no abandonaran su toalla en la playa de Silgar. Lo cierto es que tanto el arenal urbano, punto neurálgico del turismo de Sanxenxo, como la praza dos Barcos y su entorno estaban abarrotados de gente.