La clínica de Udine rechaza desconectar a Eluana tras recibir presiones del Gobierno

María Signo

SOCIEDAD

17 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El padre de Eluana Englaro, la joven italiana que desde hace casi diecisiete años permanece en estado vegetativo, tendrá que buscar una nueva clínica para poder desconectar a su hija de la hidratación y la alimentación artificial. La de la ciudad italiana de Udine rechazó hacerse cargo de este delicado caso tras las amenazas recibidas del Ministerio de Sanidad. El consejo de administración votó en contra de la admisión de la paciente, aunque no fue una decisión unánime. El comunicado de prensa es escueto y preciso y el él se indica que, de aceptar a Eluana Englaro, «el ministerio podría asumir actuaciones que pondrían en peligro la operatividad de la estructura y, por tanto, el puesto de trabajo de más de 300 personas, además de los de varias sociedades dependientes y de varios servicios que se ofrecen a la comunidad».

Para Beppino Englaro, padre de Eluana, solo quedan dos caminos a fin de llevar adelante la voluntad de su hija. Uno sería el del presentar un recurso al Tribunal Administrativo de la Lombardía para que este obligue a una estructura sanitaria a ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo que consiente la desconexión de la joven. El otro camino sería solicitar a otra región hospitalidad para Eluana. Una posibilidad podría haberla en Emilia-Romaña, donde su presidente, Vasco Errani, ya ha mostrado su acuerdo con la sentencia del Supremo, así como la disposición a respetar la voluntad de la paciente.

Apoyo a la familia

No todos están de acuerdo con Errani. Una voz discordante es la de Isabella Bertolini, diputada del Partido de la Libertad de Berlusconi, quien considera que el presidente de Emilia-Romaña debe intervenir oficialmente diciendo no a Eluana Englaro. ?En apoyo de la familia Englaro se ha manifestado el tribunal para los derechos de los enfermos, cuya representante, Teresa Petrangolini, ha explicado que «al padre de Eluana no le queda otra cosa que violar la ley o continuar en la agonía», mientras denuncia «el escaso respeto del gobierno por el sufrimiento de la familia».

Evitar cualquier violación de la ley es, precisamente, lo que siempre ha tenido presente la familia llevando el caso de Eluana ante los tribunales. Para su padre, Beppino, siempre ha sido importante que la decisión de retirarle los tubos a su hija, así como todo el delicado procedimiento que esto acompaña, se realice con las debidas autorizaciones. Recientemente en televisión, en una de las escasas entrevistas que ha ofrecido estos años, Beppino Englaro explicó cómo la familia siempre ha confiado en que los tribunales reconocieran el derecho a la desconexión como una voluntad de su hija ya expresada antes del fatal accidente que le provocó el estado vegetativo en que se encuentra desde hace casi diecisiete años: «Por Eluana han decidido siempre los demás».