Los padres de un alumno del instituto de educación secundaria Diego Torrente Pérez, de San Clemente (Cuenca), han presentado una denuncia ante la Guardia Civil para que las autoridades competentes eviten que su hijo haga novillos. El alumno, de 13 años, volvió recientemente a su casa desde el instituto en un estado lamentable: en lugar de haber llenado su cabeza de conocimientos, lo hizo de vapores etílicos, pues regresó ebrio al hogar familiar. Y es que el menor pasó gran parte de su jornada escolar en un bar. Sus padres lo llevaron hasta el Hospital General de Villarrobledo (Albacete), donde fue atendido de una intoxicación etílica moderada y después decidieron interponer una denuncia.
Según José Balas, el padre, «solo pedimos que alguien se responsabilice de que cuando se lleva a un hijo al instituto no se pueda escapar para hacer cosas que no debe. ¿Tanto trabajo cuesta poner a un agente de servicio durante media hora para que vigile que nadie pueda escaparse del centro?», se preguntó.
La indignación de los padres es tal que han retirado a su hijo del instituto hasta que se les garantice que estará «debidamente atendido».