Los índices más altos de alcoholismo y violencia

Imanol Allende

SOCIEDAD

14 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El mayor índice de embarazos entre las jóvenes europeas, las cifras más altas de absentismo escolar en educación secundaria, el mayor número de asesinatos por arma blanca entre los 18 y los 30 años, unos 600.000 jóvenes desempleados -la cifra más alta desde 1995-, toques de queda para los adolescentes, la mayor tasa de suicidios y de alcoholismo en Europa -que ha obligado a imponer nuevas legislaciones y a llevar a cabo campañas para sensibilizar a los jóvenes que van de vacaciones a otros países-; la imposibilidad de acceder al mercado de la vivienda por la escalada de los precios, la confirmación de una sociedad de oportunidades injusta y según el color de la piel, la formación de bolsas de jóvenes alienados y sin proyección de futuro... No estamos hablando de un país en vías de desarrollo, se trata de lo que les pasa a los jóvenes del Reino Unido.

Son constantes las informaciones que hablan de asesinatos entre adolescentes, de la trayectoria criminal de un joven que ha cambiado la familia por la banda callejera, al padre por el líder, la educación por manejar mejor que nadie un cuchillo, y la ambición de prosperar en la vida por la de no morir antes de los treinta años. No es exagerado. Ya se llama «comportamiento antisocial» de la juventud.

Tony Blair, al poco de llegar al poder, en 1997, ya lanzó la alarma. La amenaza que representan los jóvenes para los adultos británicos es tal que se habla incluso de pedofobia, y los distintos programas gubernamentales aplicados en los últimos años han avanzado muy poco.

Los más moralizantes han querido ver en este aumento de una juventud desmotivada y descontrolada el fracaso del modelo familiar. Uno de cada cinco jóvenes no proviene de un entorno familiar clásico, padre y madre; se trata de núcleos uniparentales, agravados por las drogas y el alcohol, y que sobreviven con las prestaciones sociales.

El Institute for Public Policy Research concluyó en el 2006 que la juventud británica era la que mostraba un peor comportamiento en toda Europa, la que menos tiempo pasaba en un entorno familiar, la que más bebía y la más violenta, la que accedía a las drogas y al sexo a menor edad.

La muerte de uno de cada ocho jóvenes está relacionada con el consumo de alcohol. El informe destacaba que la sociedad británica es la que cuenta con un mayor número de jóvenes que viven en la pobreza, hasta el 15%. Son cifras de la OCDE de hace apenas un año.