Uno de cada tres españoles padece insomnio debido al estrés y a la ansiedad

Alejandro Posilio

SOCIEDAD

22 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El 30% de los españoles padecen insomnio y más del 85% de ellos lo sufren a causa del estrés y la ansiedad de la vida actual, según un análisis realizado por uno de los mayores estudiosos del sueño de este país, el doctor Eduard Estivill. El responsable de la clínica del sueño del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona ha basado su investigación en los 24.516 pacientes que ha atendido durante los últimos 20 años, y las conclusiones las ha plasmado en el libro El camino hacia el sueño, presentado ayer en Madrid.

Los datos son concluyentes, pues el 73% de las consultas realizadas han sido por insomnio. Y, lo que es peor, los que sufren este mal tienen un 40% más de posibilidades de padecer ansiedad, depresión, fatiga, irritabilidad, pérdida de concentración y de memoria. «Se producen muchas más muertes por infarto de noche que de día», aseguró Estivill, quien añadió: «Ahora sabemos que el cerebro trabaja más durante el sueño que en la vigilia. Revisa el aprendizaje y lo almacena, y por eso de la calidad de nuestro día dependerá la calidad de nuestro sueño».

La acumulación de estrés y la ansiedad de unas ajetreadas e inacabables jornadas, el abuso de estimulantes y la mala alimentación están en la raíz de un insomnio que castiga al doble de mujeres que de hombres. Todo esto ha llevado a que uno de cada tres ciudadanos toma o ha tomado algún medicamento hipnótico, ansiolítico o antidepresivo. Automedicarse es la salida a la que recurren masivamente los insomnes para atajar su problema, según este galeno, pero aclara que «por lo común, solo se consigue agravarlo, pues a menudo genera problemas de adicción, tolerancia y dependencia».

El estudio hace hincapié en las personas que trabajan por la noche, pues al dormir por el día, presentan insomnio o sueño no reparador en el 73% de los casos. Esto les lleva a padecer trastornos físicos (gastrointestinales y cardiovasculares) y mentales (ansiedad y depresión) en el 80% de los casos. Es más, el índice de divorcios es un 38% más alto entre esta población que entre los trabajadores diurnos. Por cada 15 años de trabajo nocturno se reduce cinco años la esperanza de vida.