El Supremo italiano autoriza que se retire la alimentación a Eluana Englaro, que lleva 17 años en estado vegetativo

María Signo

SOCIEDAD

14 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Tribunal Supremo italiano decidió ayer la suerte de Eluana Englaro, quien desde hace casi 17 años se halla en estado vegetativo. A Eluana, de 34 años, se le podrá retirar la sonda nasal que le procura hidratación y alimentación, ya que el Supremo no ha aceptado el recurso de la Fiscalía de Milán contra el decreto del Tribunal de Apelación que permitía la interrupción del tratamiento. Beppe Englaro, el padre de la joven, que desde hace años combate para que se le reconozca a su hija el derecho a morir, manifestaba su satisfacción: «Es la confirmación de que vivimos en un Estado de derecho».

Para llevar adelante la retirada de la sonda se ha buscado una estructura sanitaria especializada en enfermos terminales capaz de dar a Eluana la última asistencia médica.

El profesor Carlo Alberto Defanti, neurólogo que desde hace años se ocupa de la joven, ha explicado que el proceso se llevará a cabo «tal y como había establecido detalladamente el Tribunal de Apelación de Milán» en su sentencia del pasado 9 de julio.

Voces en contra

Las voces contrarias a la decisión del Supremo se han hecho oír rápidamente. El Vaticano ya había manifestado el pasado martes su oposición a un posible retiro de la alimentación a Englaro. El cardenal monseñor Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Salud, calificó tal posibilidad como «una monstruosidad inhumana y un asesinato». De todas formas, quiso dejar claro que la Iglesia está en contra del encarnizamiento terapéutico, pero, precisó, «la hidratación y la alimentación no pertenecen a esta categoría», sugiriendo que si con la alimentación se suministran fármacos estos sí podrían retirarse.

Con la postura del Vaticano está de acuerdo también el sector de la derecha italiana. Para el subsecretario del Interior, Alfredo Mantovano, la magistratura «ha introducido en Italia la eutanasia», mientras que Frabicio Cicchitto, del Partido de la Libertad, ha insistido en la necesidad de una ley sobre el testamento biológico.

Entre los que muestran su apoyo a Beppe Englaro se encuentra la viuda de Piergiorgio Welby, un enfermo terminal que había solicitado el derecho a morir. Para Mina Welby, con esta sentencia termina el luto del padre: «Aceptar la voluntad de Eluana ha sido un gran acto de amor».

Eluana Englaro se encuentra en estado vegetativo desde 1992, cuando sufrió un accidente de automóvil a los 21 años. Desde hace tiempo, su padre, Beppe Englaro, lleva adelante una batalla legal para conseguir que a su hija se le retire la alimentación artificial y cumplir la voluntad de Eluana, que había manifestado en varias ocasiones su rechazo a vivir de esta manera. Tras varias sentencias negativas, el 9 de julio el Tribunal de Apelación autorizaba la interrupción de la alimentación artificial de la joven, pero la sentencia fue recurrida por la Fiscalía de Milán. Según la voluntad de su padre, su actual tutor, la joven abandonará el instituto donde se encuentra asistida por unas monjas desde el 7 de abril de 1994 y será trasladada a una clínica, donde pasará las últimas horas de vida.