Londres quiere que todos los británicos sean donantes si no dicen lo contrario

Efe LONDRES

SOCIEDAD

Los implicados o sus familias deberían oponerse expresamente si no quieren ceder sus órganos.

14 nov 2008 . Actualizado a las 12:49 h.

Una comisión de asesores científicos del Gobierno británico se opone al plan del primer ministro, Gordon Brown, de convertir a todos los ciudadanos en donantes potenciales de órganos.

Según adelanta hoy el diario «The Times», la comisión rechazará la próxima semana ese proyecto consistente en incluir a todos los ciudadanos en un registro de donantes de órganos, a menos que él o su familia se opongan expresamente.

El Grupo de Trabajo sobre la Donación de Órganos ha llegado a la conclusión, señala el periódico, de que no está justificado introducir ninguna modificación en la legislación actual pese a que muchos doctores y grupos de pacientes apoyan el plan gubernamental.

Más de ocho mil personas necesitadas de un trasplante están actualmente en la lista de espera en Gran Bretaña, donde, debido a la escasez de órganos, sólo se llevan a cabo unas 3.000 operaciones de ese tipo al año.

En 2007 un total de 482 personas, muchas de ellas jóvenes, fallecieron mientras esperaban un trasplante.

El índice actual de donantes de órganos en el Reino Unido es de 13,2 por cada millón de personas, mientras que la media de la Unión Europea es de 18,8 por millón y en España, que adoptó en 1979 el sistema de consentimiento supuesto del donante, se llega a 34 por millón.

Pese a ello, el citado grupo de trabajo, integrado por personal sanitario, abogados y profesores de ética, cree que el plan propuesto por Brown no aumentaría sensiblemente el número de trasplantes y suscitaría rechazo en la opinión pública.

Así, según «The Times», el grupo de trabajo cree que el éxito de la política de trasplantes española tiene más que ver con una eficaz organización de los servicios de donantes y con la formación de los especialistas que con la legislación adoptada.

Las recomendaciones de la comisión asesora no son, sin embargo, vinculantes para el Gobierno de Gordon Brown, por lo que éste podría pese a todo seguir adelante con su plan y llevarlo a una votación en el Parlamento.