Una piscina termal con veinte siglos

OURENSE CIUDAD

Los arqueólogos encuentran en las excavaciones de As Burgas una construcción ?que supone el primer hallazgo de actividad balnearia en la península Ibérica

12 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la zona posterior de las fuentes termales del monumento histórico de As Burgas (Ourense), han descubierto en el transcurso de la última semana restos pertenecientes a la primera piscina termal de agua caliente, calificada como punto hidrotermal único al quedar demostrada su importancia histórica por ser la primera muestra de la península Ibérica.

Construida por los romanos en el siglo I y utilizada por estos como balneario dotado de aguas termales para fines terapéuticos, la excavación incluye hallazgos complementarios relacionados todos con el uso de este centro termal y de sus aguas.

Diversas muestras de cerámica, vidrio y metal eran llevadas hasta el balneario por los visitantes como ofrenda a cambio de su curación en esta piscina, y así adquirió botellas de forma prismática y materiales domésticos como piezas de cocina, con lo que representa para la historia medieval de la ciudad ourensana.

El culto al agua

Celso Rodríguez Cao, arqueólogo coordinador de la excavación, afirmó que «los restos hallados muestran fielmente la tradición romana en el culto al agua termal», y destaca además el descubrimiento posterior de estratos que muestran el abandono del uso del balneario y la consecuente construcción de un edificio que data del siglo II y que puede corresponderse con una instalación doméstica de baño medicinal.

Rodríguez Cao señaló además que los restos de la piscina termal del primer siglo cuentan con documentación que demuestra que «estas instalaciones poseían una estructura compleja y decidida en zonas separadas para hombres y mujeres, a pesar de que el clero de la catedral ourensana intentó prohibir estos usos del agua termal».

También se corresponde con restos medievales una pequeña figura negra del siglo XIV. Reproduce a un peregrino, y corresponde al extremo de un rosario cuyas cuentas poseen forma de vieira y muestran de nuevo la vinculación al camino de peregrinación medieval.

El complejo termal romano para el aprovechamiento de estos recursos terapéuticos fue abandonado entre el fin del siglo IV y el comienzo del siglo V. Los estratos descubiertos por los arqueólogos muestran la existencia posterior de una calzada sobre el antiguo camino romano utilizada en las peregrinaciones realizadas en la época para llegar a las pozas termales. Este recorrido se conoce con el nombre Camino de la Reina Santa.

El también arqueólogo y estudioso de estas excavaciones José María Eguileta afirmó ayer que «el uso de los manantiales se mantuvo en el tiempo como pozas en las que los vecinos lavaban el cuero o arrojaban residuos hasta el momento de la construcción de la fachada de la Burga de Arriba, que data del siglo XVIII, y la posterior edificación de la casa de baños en el siglo posterior».

La importancia del hallazgo es destacada por los especialistas debido a que en la Península existen pocos vestigios de la actividad balnearia llevada a cabo en la Edad Media y en cuyos orígenes se fundamentaba el culto al dios indígena Reve Anavarego, asumido luego por la cultura romana. Dan muestra de ello diversas inscripciones semejantes a las dedicadas a dioses propios como ninfas y calpurnia habana, halladas en las cercanías como ofrendas en forma de altar de piedra.

Nuevo proyecto termal

En la zona donde se han llevado a cabo estas excavaciones se aprobó ayer el proyecto básico para la ejecución de una nueva piscina termal que quedará situada en la plaza de As Burgas y para la que se cuenta con un presupuesto total de 231.999.69 euros. Asimismo, se concretó el expediente de contratación y la adjudicación de las obras que pondrán en pie esta nueva iniciativa termal en la capital ourensana.