La Federación Galega de Medio Ambiente (Fegama), una entidad fundada en el 2007 y que agrupa a treinta asociaciones medioambientales, ha propuesto sustituir el actual sistema de indemnizaciones por los ataques de lobo en Galicia por otro de subvenciones a los ganadores de las zonas afectadas, que sería más justo e idóneo para garantizar la conservación de esta especie.
Los ecologistas sostienen que con un modelo de ayudas los ganaderos serían los principales interesados en que el lobo esté presente en su zona para poder recibirlas, y ellos mismos dispondrían de medidas preventivas para evitar los daños que el animal les pueda causar.
Otra de las medidas que va a emprender Fegama es una campaña de sensibilización que comenzará en septiembre, con la que pretende contrarrestar los mensajes exclusivamente negativos que se dan sobre la incidencia del lobo en las montañas. La campaña recorrerá quince concellos de la comunidad que presenten zonas especialmente afectadas por los daños causados por los lobos, y en las que un equipo de profesionales explicará la importancia del animal, su situación en Galicia y las medidas para protegerlo. También tratarán de disminuir la crispación social que provoca su presencia entre los colectivos afectados e informarán sobre las compensaciones económicas promovidas por Medio Ambiente.
En la misma campaña se incluye abrir en los campus de Lugo y Ourense unos Encontros para o debate e a reflexión en los que participarán representantes de organizaciones agrarias, asociaciones medioambientales, profesionales del sector ganadero, administraciones locales e investigadores. Charlas con escolares y una exposición itinerante completarán las medidas de esta campaña con la que se pretende mejorar la convivencia entre el lobo y el sector ganadero.
Galicia cuenta con casi 70 familias reproductoras de lobo, con más de 600 ejemplares, por lo que, según los representantes de Fegama, su población se está estabilizando. Los ecologistas destacaron la importancia de este depredador, ya que controla las poblaciones de grandes herbívoros e incluye en su dieta el jabalí y el corzo, dos especies que están creando problemas.