En el sur de Galicia, el mercado del alquiler de verano está controlado mayoritariamente por agencias, mientras que en el norte lo habitual es que sean los propios propietarios los que negocien el arrendamiento de su vivienda. Tanto para unos como para otros, la situación de este año es mala.
Así, Ángel Fernández, de la inmobiliaria Navia, asegura: «Este año se alquila menos y hubo que bajar los precios. Hay una recesión total en zonas de alquiler». De hecho, cree que «lo que pasa este año no es normal, los precios se rebajaron un 20% y ha bajado la demanda de fuera de España». Pero no todos los propietarios quieren ceder, como señala Marta Bermúdez, de la agencia Vidal Abalo. «Sí hemos notado la crisis -dice-, pero los propietarios prefieren mantener el precio que bajarlo».
Juan Carlos, de la Inmobiliaria Melero, también confirma el cambio de tendencia a la hora de alquilar. «Antes -dice- se solía alquilar por quince días y un mes, ahora también por una semana».
Con las apreciaciones de sus colegas coinciden desde el grupo Eurocasa, que sí ha tenido que bajar los precios entre un 10% y un 15%. «También se tarda más en alquilar. Un chalé de Canido, en primera línea de playa, se alquilaba en nada, pero ahora puedes tardar dos meses».
Desde A Mariña, Marco Antonio Fernández, de la inmobiliaria Ribadeo, confirma que la crisis se nota. «Los propietarios de los pisos -mantiene- bajan los precios para atraer así a los clientes. También abundan más los alquileres por semana y quincena». Desde la inmobiliaria Los Berrocales, de Viveiro, constatan la situación: «Nos quedan casas por alquilar, cosa que no pasó el verano anterior».