El ministro francés de Exteriores pide perdón en Viena por la decapitación de María Antonieta

Efe

SOCIEDAD

18 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Casi 215 años después de que la última reina de Francia, la austríaca María Antonieta, fuera decapitada en plena Revolución Francesa, el ministro de Exteriores galo, Bernard Kouchner, ha pedido disculpas por su ejecución.

«Siento mucho, en serio, lo que pasó entonces», manifestó ayer el jefe de la diplomacia francesa a los periodistas en Viena.

La ministra de Exteriores austríaca, Ursula Plassnik, había recordado previamente que coincidió hace poco con Kouchner en la plaza de la Concorde, en el centro de París, durante el nacimiento de la «Unión por el Mediterráneo», la misma plaza -que entonces era llamada de la Revolución- en la que fue decapitada «cierta austríaca».

Bernard Kouchner agregó: «Sí, lo sé. Lo lamento, siento lo que pasó, pero tengan en cuenta que era el tiempo de la Revolución Francesa».

La reina María Antonieta murió en la guillotina en octubre de 1793, pocos meses después de que su esposo, Luis XVI, hubiera corrido la misma suerte tras ser acusado de traición.

La reina francesa ha pasado a la historia por su frivolidad, retratada por una de sus citas más conocidas: «¿No tienen pan? Que coman pasteles», en alusión al pueblo hambriento.