El canon grava con 1,10 euros los móviles y 3,15 los dispositivos MP3

Mateo Balín

SOCIEDAD

El dinero recaudado lo cobrarán los artistas como compensación por las copias privadas ilegales

20 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

A partir del próximo 1 de julio, los consumidores tendrán que rascarse un poco más el bolsillo para adquirir tecnología de andar por casa.

Con más de un año de retraso, el Boletín Oficial del Estado (BOE) incluyó ayer las tarifas del llamado canon digital. Una polémica medida pactada durante meses por los ministerios de Industria y Cultura, en representación de los fabricantes y las sociedades de gestión de derechos de autor, que grava determinados soportes tecnológicos para compensar los ingresos que dejan de recibir los autores cuando se hace una copia de su obra.

Así, desde julio, los cedés y deuvedés estarán gravados con un canon digital de 0,17 y 0,44 euros, respectivamente, mientras que los teléfonos móviles o PDA que dispongan de MP3-, con 1,10 euros, los MP3 y MP4 con 3,15 euros y las memorias USB con 0,3 euros, según estableció ayer el Gobierno, siguiendo las directrices marcadas por Bruselas.

En esta relación de soportes y tarifas también se aplica un recargo, aunque en este caso a la baja con respecto al impuesto vigente hasta ayer, a las grabadoras de cedés y deuvedés (de 6,61 euros pasan a 3,4 euros), las impresoras multifuncionales (de 15 a 7,95 euros), las de inyección de tinta (de 15 a 10 euros) y las multifuncionales con láser (12 euros). Se mantiene intacto el suplemento de la grabadora de cedés (0,69 euros), el soporte de cedé -RW (0,22 euros), el deuvedé -RW (0,60 euros) y los escáner (9 euros).

La propuesta de diciembre

El recuadro final de las tarifas mantiene en general la propuesta inicial de los ministerios de Industria y Cultura, dada a conocer el pasado diciembre y que hasta este mes ha sido supervisada por el Consejo de Consumidores y Usuarios y el Ministerio de Economía. La única salvedad es que el canon a los teléfonos móviles ha bajado de 1,5 a 1,1. El canon digital, que paga el fabricante, no el consumidor, pretende compensar a los autores por los ingresos de dejan de percibir cuando se hace una copia de su obra, y por eso grava los soportes susceptibles de almacenar cualquier tipo de creación.

El presidente de la patronal tecnológica AETIC, Jesús Banegas, dijo ayer que confía en que cuando termine la vigencia del canon aprobado ayer, exista otro sistema para remunerar la propiedad intelectual y no se renueve este tipo de mecanismo «anacrónico».