Las drogas echan raíces entre los jóvenes como elemento de integración y diversión

Colpisa

SOCIEDAD

El 10% de los atendidos en Proyecto Hombre son menores y Sanidad asume que los adolescentes han perdido percepción del riesgo.

28 may 2008 . Actualizado a las 21:05 h.

Las drogas se popularizan entre los consumidores adolescentes y las políticas de prevención poco o nada pueden hacer para evitarlo. La asociación Proyecto Hombre ha hecho público un informe en el que acentúa la evolución del fenómeno de las adicciones entre los menores. Para ello ha buceado en el perfil psicosocial de los 1.734 jóvenes tratados en sus centros el pasado año (el 10% del total), en el que constata que éstos ingieren estupefacientes como elemento de integración y diversión.

El estudio de Proyecto Hombre confirma que los adolescentes se inician a edades tempranas en el alcohol y el tabaco como paso previo a las drogas psicoactivas, es decir, aquellas que alteran el nivel de conciencia. Son menores capaces de «parcializar su vida», de manera que compatibilizan la ingesta de estupefacientes con el mantenimiento de áreas con una cierta estructura familiar, lo que reduce la percepción del riesgo del entorno paternal.

Asimismo, el consumo se concentra en fines de semana, durante los momentos de ocio y tiempo libre que comparten con sus amigos. Y en este espacio, en el que el adolescente necesita la aceptación de sus iguales, el inicio en el alcohol y el tabaco (a partir de los 14 años) se entiende como una forma de cohesión y de identidad grupal.

Conforme pasa la adolescencia y se manifiesta esta integración se incrementa el porcentaje de fumadores y bebedores, ya que ahora consumen «para divertirse y pasarlo bien». Así lo constata el informe de Proyecto Hombre, entre cuyas conclusiones destaca el repunte del 13% de las demandas de jóvenes que se tratan por alcohol (alcanzan el 17% del total), frente a la cocaína (20%) o el cannabis (60%), la principal solicitud que se mantiene «estable». El 13% restante son drogas sintéticas y otros narcóticos como la heroína.

Sensación de control

El presidente de la ONG, Jesús Hernández, explicó que para los adolescentes las drogas «ya no son sinónimas de criminalidad o marginalidad, sino una vía de integración social que es valorada por los grupos de jóvenes». A su vez, la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, advirtió que al centrarse el consumo de estupefacientes «en fines de semana» ha descendido «aún más» la percepción de riesgo y aumentado la «sensación de control».

Para combatir la drogadicción entre los jóvenes, la delegada del Gobierno reconoce que «hay que ser imaginativos» e informar a los menores de 14 años con «nuevos mecanismos de comunicación y a través de las nuevas tecnologías».

En cuanto al perfil del menor consumidor, el estudio de Proyecto Hombre pone de relieve que el 83,5% de los adictos son chicos frente al 16,5% de chicas, que «tienen un grado de madurez superior al de los varones de su misma edad y que, por tanto, perciben más los riesgos de las drogas».