Por el Camino más largo

Erik Dobaño

SOCIEDAD

Dos cántabros de 62 y 72 años peregrinan a Compostela desde el norte de Polonia siguiendo un itinerario de 3.000 kilómetros

29 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El martes 1 de abril dos jubilados cántabros echarán a andar en Torun, una vieja ciudad de la Pomerania polaca a orillas del Vístula conocida porque allí nació Nicolás Copérnico, el científico que cambió la visión del Universo a comienzos del siglo XVI. Torun es solo el punto de partida, un mojón en uno de los caminos adyacentes que nacieron con la Vía Regia, mucho antes que Copérnico. Eduardo. Jubilado de la Nissan a los 58, «donde me pasaba la jornada sentado», Eduardo Benajes decidió tomarse «un mes al año para mis cosas, para caminar». La semana anterior a las vacaciones de Semana Santa acompañó a su mujer en un viaje del Imserso. El martes echará a andar por la Vía Regia camino de Compostela. Tiene 62 años, muchas peregrinaciones a cuestas (el año pasado: a Roma, desde Cantabria) y una idea en mente: «Hacer todos las rutas de peregrinos que hay a Santiago. Y esta es la más larga que existe». Serán más de tres meses de esfuerzo, 30 kilómetros por jornada, pocas oportunidades para descansar en albergues y un itinerario por reinventar. Eduardo preparó al detalle un plan de viaje y convenció a un desconocido de un pueblo de al lado (el vive en Corrales de Buelna; su compañero, en Torrelavega). Jesús. «Bueno, yo le recordaba de cuando tenía un bar y me pasaba a veces por allí. Un amigo común me habló de la idea. Y le dije: ''Me apunto''. Eduardo me convenció en una tarde. Lleva todas las cosas muy ordenadas. Me enseñó sus libros de viajes, con las rutas marcadas, las fotos... Todo muy bien. Lo contrario que yo», concede Jesús Molleda, jubilado, atleta (cuatro veces ha hecho la prueba de los 100 kilómetros), diez años mayor que Eduardo y un torrente al hablar. «A mí me gusta andar y tengo mis principios religiosos como practicante. Me gusta la soledad y me gusta la gente que te encuentras. Gente sensata. No me asusta el aspecto físico porque corro todos los días dos o tres horas. Mi único problema es no saber inglés». La vía Regia. La vía Regia es una antigua ruta medieval que comunicaba el este de Europa con París, y esta ciudad con Santiago de Compostela a través de un camino principal de más de 5.000 kilómetros. El itinerario transcurre en la actualidad por territorios de cinco estados (Ucrania, Polonia, Alemania, Francia y España) y una treintena de regiones, desde Kiev a Galicia. Esta ruta fue esencial para los mercaderes en la Edad Media y hoy en Alemania es conocida como el Camino de la Sal. Eduardo Benajes y Jesús Molleda han decidido acortar parte de la ruta y transitarán en el inicio de su peregrinación uno de los caminos secundarios, el que comienza en la desembocadura del río Oder en el Báltico y alcanza la vía principal en Leipzig.

«Algunos peregrinos con los que coincidí me hablaron de este camino. Siempre he soñado con cruzar Europa, y mira, allí estaba la ruta». Eduardo ya ha recorrido la vía Regia varias veces en Internet. «No será un trayecto duro. En Polonia podremos ir casi siempre por caminos de tierra. En Alemania habrá que utilizar los carriles bici, pero será inevitable tomar alguna carretera. No me gusta». Los motivos de Jesús son otros: «Andar, hacer camino, también por dentro de uno mismo». Por el Norte. Quieren reabrir una vía a Santiago y reivindicar otra: el camino del Norte. Por el País Vasco, por Cantabria, por Asturias. La Consejería de Cultura de Cantabria les ha dado 1.000 euros. El viaje, calculan, puede salirles por unos 15.000. «¿Dormir? Duermo en cualquier sitio. Como poco. No tenemos mucho dinero. ¿No dará el Xacobeo alguna ayuda?», pregunta Jesús.