El «Hobbit» indonesio no es otra especie humana

Agencias

CIENCIA

Un equipo de científicos cuestiona la tesis de que el famoso esqueleto fósil hallado en la isla de Flores sea una especie humana desconocida.

05 mar 2008 . Actualizado a las 13:36 h.

Hace aproximadamente tres años, científicos australianos descubrieron en una cueva los restos fosilizados de lo que podía ser una nueva especie. Tras su recomposición lo bautizaron como «Hobbit» por su parecido con el personaje de El Señor de los anillos y comenzó una larga investigación en la que se valoraba la posibilididad de que este hallazgo se tratase de una nueva especie con una deformidad en el cerebro. Sin embargo, en la última edición de la revista especializada Science, los científicos rechazan la teoría sostenida por los arqueólogos australianos que descubrieron los restos y que los clasificaron como de una nueva y diminuta especie de ser humano: el homo floresiensis.

Se estima que el hobbit vivió en la isla indonesa de Flores hace unos 18.000 años. Medía escasamente un metro y tenía el cerebro más pequeño que el del hombre moderno, pero aparentemente utilizaba herramientas y ya conocía el fuego.

Algunos expertos piensan que el homo floresiensis podría descender del homo erectus que vivía aislado en Flores y que su descubrimiento obligará a «reescribir la historia de la cadena evolutiva».

Un estudio previo liderado por Dean Falk, de la Universidad del Estado de la Florida, EE.UU., comparó un modelo generado por ordenador del cráneo del hobbit con moldes de chimpancé, de homo erectus y de un paciente de microcefalia y de pigmeos.

«No tenemos ninguna duda: no es un caso de microcefalia» (trastorno neurológico en el cual la circunferencia de la cabeza es más pequeña que el promedio). Y tampoco se parece a un pigmeo», agrego. «Es, definitivamente, una nueva especie», dijo Falk.

Nueva teoría

Ahora, el biólogo Robert Martin, del Museo Field, de Chicago, EE.UU., y sus colegas anglo-estadounidenses, cuestionan la conclusión del equipo de Falk.

«Hay un problema fundamental entre el pequeño tamaño del cerebro y el uso de herramientas de piedras sofisticadas» que corresponden al hombre moderno, asegura.

«Estas herramientas son tan avanzadas que no hay forma de que hubieran sido confeccionadas por alguien distinto al homo sapiens», añadió otro especialista del Museo Field, James Phillips.

De acuerdo con Martin, los huesos del especimen no representan, de ninguna forma, a una nueva especie de homínido sino a un humano moderno que sufría microcefalia. Para él fue errado excluir la tesis de la microcefalia, ya que el estudio previo se basó en el análisis de un solo cráneo microcéfalo, pese a que ese padecimiento puede tener diferentes formas.