Una primavera con poco polen

Efe

SOCIEDAD

La presencia de partículas procedentes de la combustión del diésel agravará la incidencia de la polinosis en las grandes ciudades.

04 mar 2008 . Actualizado a las 18:17 h.

Los alérgicos al polen tendrán este año una primavera suave en el centro España, ya que los niveles de concentración de gramíneas serán entre leves y moderados, si bien la presencia de partículas procedentes de la combustión del diésel agravará la incidencia de la polinosis en las grandes ciudades.

Éstas son las previsiones de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC), que ha alertado además de la creciente alergia al látex y de que entre quince y veinte personas podrían morir al año en España por reacciones alérgicas a picaduras de himenópteros como avispas o abejas.

Según los datos de esta sociedad, la vacuna ya existente contra ese tipo de alergias cura el 95 por ciento de los casos y el principal problema es la falta de diagnóstico.

La escasez de lluvias hace predecir una disminución de la floración y menores niveles de concentración de polen de gramíneas, el tipo que más afecta a los alérgicos, -son alérgicos a él un 87 por ciento-.

Las concentraciones de gramíneas no superarán los 3.500 granos por metro cúbico de aire durante los meses en los que son más elevadas, mayo y junio, en la España de clima continental extremo: Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y parte de Andalucía.

Estos niveles son muy inferiores a los registrados en años anteriores, que trajeron primaveras muy intensas (6.400 granos por metro cúbico en 2007 y 4.664 de 2005), ha señalado el coordinador del Comité de Aerobiología de la SEAIC, Javier Subiza.

Los alérgicos al polen -entre el 15 y el 20 por ciento de la población- se enfrentarán a un panorama menos halagüeño en las ciudades, donde las partículas procedentes de los coches con motor de diesel pueden aumentar hasta 27 veces el potencial alergénico del polen, agravando los síntomas de los pacientes, y aumentando el número de alérgicos, ha apuntado Subiza.

El centro de España es la «peor zona» para un alérgico, ya que la contaminación se combina con altas concentraciones de polen y lluvias escasas, que aumentan los niveles de polen cuando éste se encuentra presente en el ambiente, según Subiza.

Para Subiza, en Madrid, además, cada vez son más los pacientes con síntomas de alergia al polen en enero y febrero, debido al aumento de sensibilidad al polen de cipreses y arizónicas, causado por el incremento de estos árboles y por las temperaturas cálidas de los últimos inviernos, que elevaron la polinización.

La sensibilidad al polen de plátano está apareciendo como algo muy nuevo, ha añadido.

Las altas concentraciones de ozono también hacen aumentar la alergia al polen: se necesita la mitad de la concentración de pólenes para provocar síntomas en asmáticos si previamente han inhalado el equivalente al umbral de ozono (180 miligramos por metro cúbico de aire), ha apuntado Subiza.

Algunos años los servicios de urgencias de ciudades como Madrid se colapsan por pacientes con asma bronquial durante la época de mayor concentración de gramíneas, ha afirmado el doctor.

También destacó la importancia de la vacunación contra la alergia, que cuesta entre 300 y 350 euros al año y que no financian totalmente todas las comunidades autónomas: «es un tratamiento al que el paciente debe acceder desde el primer momento, ya que evita la progresión de la enfermedad», ha concluido.