Un delfín solitario decide afincarse en el puerto de Ribeira

Chechu López

SOCIEDAD

Los biólogos del Cemma consideran infrecuente que un animal de esa especie permanezca tanto tiempo en un lugar así

06 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Por coincidir con la llegada de los Reyes Magos lo bautizaron como Gaspar, y a buen seguro que se ha convertido en un magnífico regalo para la vista de los vecinos de Ribeira. Se trata de un delfín mular adulto de más de tres metros de longitud que ha decidido, por voluntad propia, emplazar su residencia en el muelle de Santa Uxía, donde encontró la tranquilidad y el alimento que buscaba. Desde el jueves surca las aguas del puerto, convirtiéndose en un compañero más de los marineros que salen todos los días a faenar.

Los biólogos de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) señalan que, aunque se trata de una especie que es fácil ver por el norte de la ría de Arousa, no tenían registrado a este animal en su base de datos. Lo que no resulta tan normal es que quiera quedarse tanto tiempo en un mismo lugar. Tampoco es muy corriente que esté en solitario, pues esta especie habitualmente va en manada. Presenta algunos cortes, que no parecen graves, y lo más probable es que se los ocasionase de forma accidental.

Vibración

Alfredo López, presidente del Cemma, señaló que si vive solo puede ser que haya sido rechazado por un grupo de su especie o que llegase de otro lugar y no le dejasen integrarse. Gaspar es muy manso y no tiene ningún miedo a acercarse a la gente ni a los barcos. De hecho, le gusta bastante la vibración de las embarcaciones, y cuando el motor está en marcha pega su lomo con la quilla como si recibiese un masaje. Se encuentra tan a gusto que no muestra intención de abandonar su hábitat, donde está cómodo y se mueve con tanta soltura como si conociera el lugar de toda la vida.

El personal del Cemma intentó en un par de ocasiones, con la colaboración de una lancha de Protección Civil, que abandonase el puerto. Lograron llevarlo hasta el espigón, y cuando estaban a punto de que saliera a la ría, el delfín regresó. En una ocasión más lo intentó José Mariño Acevedo, miembro del Grumir ribeirense, pero su gozo en un pozo: «Veu un pouquiño comigo ata a punta do dique, pero coma se quixese rirse de min, deu volta cara os pantaláns», matizó. Incluso empleados de Salvamento Marítimo lo intentaron de nuevo, pero también fracasaron.

Xosé Manuel Pérez, Chenel, un vecino que visita con frecuencia el muelle, señaló que hace unos días vio llegar una manada de delfines y que el ejemplar que ahora permanece en esta zona podría haberse separado de sus compañeros. Por lo poco que han podido comprobar los biólogos del Cemma, podría tratarse del mismo animal que a mediados de diciembre fue visto por la costa de Cangas. «Nós non imos intentar botalo de novo do peirao, o delfín xa sabe onde está a porta. Pero recomendamos que non o toquen e que os barcos teñan precaución para non danalo», concluyó López.