En el programa participan físicos de diecisiete países que buscan una explicación a las partículas ultraenergéticas del cosmos, la base para una nueva ciencia
10 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Enrique Zas Arregui, catedrático del departamento de Física de Partículas de la Universidade de Santiago y miembro del Instituto Galego de Física de Altas Energías, es el coordinador en España del Observatorio Pierre Auger. Este proyecto científico internacional moviliza a 400 investigadores de 17 países con un presupuesto de 40 millones de euros e intenta buscar una respuesta al origen y funcionamiento de las partículas ultraenergéticas, lo que puede ayudar a comprender el universo y abrir un prometedor campo en la ciencia. Aunque el observatorio lleva poco tiempo en funcionamiento, los investigadores ya han hecho los primeros descubrimientos: las partículas ultraenergéticas muestran una dirección y tienen un origen extragaláctico. La investigación mereció la portada de Science con un nutrido grupo de gallegos como coautores del estudio.
-Ahora parece que ya empiezan a saber algo.
-Sí, que las partículas ultraenergéticas son extragalácticas, que era algo que se pensaba, pero que ahora hemos confirmado. Ahora sabemos que las más energéticas no vienen de cualquier dirección, sino de unas concretas. Cuando miramos las direcciones de las que proceden y las comparamos con el catálogo de galaxias vemos que pueden proceder de regiones en las que hay núcleos activos de galaxias.
-¿Son de agujeros negros?
-No estamos diciendo que vengan de ahí, pero es posible.
-¿De qué distancias hablamos?
-De distancias relativamente próximas, inferiores a 200 millones de años luz, aunque puede parecer muy lejano, si tenemos en cuenta que nuestra galaxia tiene un diámetro de 100.000 años luz.
-¿Con qué podría ser comparable la energía de estas partículas?
-Un electrón en un televisor se acelera con un potencial eléctrico de 40.000 voltios y si se compara con la energía de una partícula ultraenergética sería comparar la de una cerilla con una bomba atómica.
-Aún están empezando y les quedan años de camino para conocer qué acelera estas partículas para conseguir tanta energía, con qué interaccionan... ¿Pero de qué servirá todo este conocimiento?
-Cuando se descubrieron los rayos cósmicos, en 1912, se hizo por casualidad, cuando un físico se subió en un globo porque se había descubierto radiactividad en la superficie terrestre. Quería probar que cuanto más subía menos radiactividad habría, pero sucedió lo contrario, porque se demostró que la radiación venía de fuera. ¿Qué implicación tuvo el estudio de los rayos cósmicos? Creó toda una rama de la física, la física de partículas, que ha dado toda clase de aplicaciones, desde médicas, hasta Internet. ¿Qué podrá pasar ahora? No lo sabemos, pero creo que la realidad puede superar la ciencia ficción. Tenemos un problema: no entendemos bien una situación que supone un desafío muy grande para la física, pero pondremos recursos para saberlo, lo que implica tecnologías nuevas. Y así es como se producen los avances.
-Y Galicia parece que estará bien posicionada.
-Hay muchísimos gallegos en el proyecto. Los españoles somos el 5% del total y, de ellos, más de la mitad son gallegos. En Santiago estamos trabajando once personas, pero es que aquí también hemos formado a gente que está trabajando con el experimento en otros países. Galicia tiene mucha presencia, y de calidad, en el Observatorio Pierre Auger.
-Formada en la Facultad de Físicas de Santiago.
-Aquí creamos una pequeña escuela de astropartículas que ha tenido bastante éxito.