Galicia tendrá en el 2009 la primera gran cosecha de aceite de oliva

Elena Naya Tesouro

SOCIEDAD

Además de recuperar zonas de cultivo, Medio Rural pretende que la iniciativa sirva para prevenir incendios forestales

19 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

REDACCIÓN | Ni de Baena, ni de la sierra de Cazorla. Dentro de dos años los consumidores gallegos podrán empezar a comprar un aceite de oliva virgen extra y con etiquetado ecológico cultivado, recogido y envasado en Galicia. En el mes de octubre comenzarán a plantarse 25 hectáreas de olivar en las comarcas de Barbadás, Verín y Petín, en la provincia de Ourense, que producirán unos 70.000 litros de aceite de oliva al finalizar su ciclo productivo, dentro de seis años.

La iniciativa, avalada por la Consellería de Medio Rural y los grupos de acción local, pretende valorizar superficie de monte infrautilizada y en zonas de alto riesgo de incendio, auspiciando un acuerdo entre los agricultores y la empresa envasadora ourensana Aceites Abril, que asegura la compra de la totalidad de esta primera cosecha a un precio ligeramente superior al del mercado, una media de 3 euros por kilo en los cinco últimos años. La medida supone que por primera vez se pueda cerrar el ciclo productivo del aceite de oliva en Galicia.

Gran rentabilidad

Medio Rural ha financiado la preparación del terreno y la adquisición de los árboles aportando 150.000 euros, bajo el compromiso de las comunidades de mantener las tierras y el cultivo en los próximos cinco años. La empresa, por su parte, indica su intención de «recuperar el olivar gallego». Luis Pérez Canal, cogerente de la empresa, señala la importancia que supone para ellos «ir al punto anterior al proceso de envasado, la producción del aceite», así como apostar por la «dinamización económica del sector y de Galicia». La empresa ya había impulsado en el 2006 una plantación piloto de unos 500 metros cuadrados en un vivero ourensano de Paderne.

Según Pérez Canal, «el olivar es el producto agrícola más rentable en la actualidad». Concretamente, y dentro de las variedades de oliva, la calidad arbequina ( para producir aceite virgen extra), la elegida para las plantaciones ourensanas, es la que «soporta el más alto nivel de humedad y las temperaturas más bajas». Asimismo, los técnicos edafólogos señalan la gran capacidad de adaptación del olivo a todo tipo de suelos, así como para retener el agua de lluvia en su follaje, un eficaz elemento de lucha contra la erosión hidráulica.

El responsable de la envasadora indica que el olivar es un cultivo que «da poco trabajo». A esto se añade que el proceso de recogida se realiza de forma mecanizada « y no precisa mucha mano de obra». Se calcula que la ratio trabajadores/superficie es de dos jornaleros para tres hectáreas de cultivo durante tres meses de trabajo. Esta es otra de las razones que refuerza el apoyo desde la consellería para la implantación de este cultivo alternativo en Galicia y un incentivo más para que los jóvenes agricultores se sumen a esta iniciativa, uno de los objetivos que se propone el Programa de Desenvolvemento Rural de la Xunta. En la planta de San Cibrao (Ourense) se instalará una almazara que estará en funcionamiento dentro de dos años, cuando las plantaciones estén al 50% de su producción total. El proyecto, concluye Pérez Canal, «tiene buena pinta».