Alumnos de la USC catalogarán los 130.000 libros del cenobio de Samos

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA |

SANTIAGO CIUDAD

10 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Xenma Sanxurxo, Daniel González y Julio Dona son los tres alumnos en prácticas de la USC que bajo la supervisión de la museóloga de Samos, Carolina Casal, comenzaron la ardua tarea de inventariar y catalogar los más de 130.000 volúmenes de la biblioteca del monasterio. El trabajo se lleva a cabo gracias a un convenio entre la Universidad y el convenio y tiene una duración de 4 años.

A este ingente trabajo hay que sumar la catalogación de legajos y pergaminos que hay en el archivo cuyo volumen ocuparía dos habitaciones de mediano tamaño. «Decidimos empezar por esta parte por ser la que contiene documentación más antigua y por lo tanto de mayor interés, al margen de que es menos cantidad de trabajo», manifestó Carolina Casal.

La catalogación de los fondos documentales la había emprendido el padre Maximino, quien logró conseguir en microfichas los archivos del cenobio que están depositados en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, pero desde su fallecimiento en 1992 no se continuó con esta tarea.

Amplia documentación

Entre los pergaminos no solo hay documentación de Samos, sino de muchos del resto de Galicia como Poio, Ferreira de Pallares, San Vicente do Pino, Celanova o Poio. El motivo de estar en Samos es que tras la desamortización de 1891 la hermana Escolástica decidió enviarlos a este monasterio por ser el único que volvió a estar regentado por monjes benedictinos.

Una gran ventaja es que, a pesar del paso de los años, los documentos se encuentran casi en perfecto estado en la mayoría de los casos. «Únicamente sufrieron el deterioro normal de un clima húmedo como el de Galicia, pero están muy bien», explicó Carolina Casal.

Documentar perfectamente cada pergamino es una tarea exhaustiva y complicada en la que además de incluir los datos del autor y el contenido de su obra, también describen el tema o la persona de la que habla y tratan de dotarlo de citas bibliográficas en las que se haga referencia a ese trabajo.

Al tener que aportar tantos datos a cada documento, las personas que se están encargando del trabajo suelen catalogar una media de 50 al día. Con ese ritmo está claro que el trabajo se prolongará durante décadas. Los volúmenes que se vayan catalogando se incluirán en una base de datos para que cualquier investigador del mundo sepa que libros pueden encontrar en Samos.

El principal problema es que haría falta mucho más personal para avanzar realmente en este trabajo, por lo cual, al margen del apoyo de la USC, sería importante encontrar financiación por parte de empresas privadas.