«Desde que cerró el Paluso hay que inventar maneras de recaudar»

m. b. santiago / la voz< / span>

SANTIAGO CIUDAD

18 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El hijo de emigrantes italianos que es Simone Negrin se enteró un buen día que daba un curso en el centro sociocultural de Conxo de que en el bar Paluso había una cena de Navidad para toda esa gente del otro mundo que pide vida en los portales. Desde entonces Simone, codo con codo con Chus Iglesias, la exdueña del Paluso y su familia, tiene un cita ineludible, encargándose de las recaudaciones para la cena y de la organización de la gala benéfica. Simone lamenta que «antes, cuando estaba abierto el Paluso, la gente tenía un sitio donde dejar propinas y alimentos, pero desde que cerró el bar hay que inventarse maneras de recaudar». Para describir lo que significa la cena recuerda cuando llevó a la cena a un peregrino alemán que recorrió el Camino para asistir a la Misa del Gallo en la catedral. Al llegar la hora, antes de que el gallo cantara tres veces, ya el peregrino había negado otras tres su intención de marchar.