«Mi libro da unas pautas para cambiar y ser mejor persona»

manuel beceiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

En «Aprender a vivir» esta ribeirense narra su lucha contra el cáncer

03 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En la larga noche del cáncer hay personas que se derrumban al principio, las hay que se reponen y luchan después, y haberlas haylas que combaten fieramente de principio a fin, como esos seres imprescindibles cuya sola presencia alumbra la vida misma. Juana María Guinaldo Vidal, a sus 51 años, es hoy de esas almas renacidas tras ocho años de lucha contra un cáncer de mama que se le complicó con metástasis, un alma plasmada en el libro Aprender a vivir en el que esta vecina de Ribeira fue dejando las huellas de su lucha por la vida. La publicación, patrocinada por Ramiro Carregal, presidente de Frinsa -donde trabajaba Juana María- fue presentada en el Centro Social Novacaixagalicia en un acto presidido por la conselleira de Sanidade. El libro se enmarca en el proyecto Literapia, de la Fundación La Rosaleda, que promociona la literatura como elemento terapéutico.

-¿Cuándo comenzó a escribir sobre su enfermedad y por qué sintió la necesidad?

-Comencé al principio de la enfermedad. Me gusta escribir, tengo poesías y escribí cuentos a mis hijos. En principio escribí más bien para que lo escrito se quedase en casa. Pero visité enfermos de cáncer para servir de apoyo, y una amiga en fase avanzada de la enfermedad, Mari Carmen Fernández, me animó a publicar el libro. Ante la ilusión que ella puso le hice la promesa de que lo publicaría.

-¿El escribir todo ese proceso le fue liberando de la angustia de la enfermedad?

-Sí. Así como hay gente que le gusta meterse en Internet, a mí lo de escribir me valió para apartarme más de la realidad de la situación. Yo soy una persona bastante positiva en cuanto a enfrentarme a situaciones complicadas en la vida. No siempre hay un fatal desenlace, hay que mantener la esperanza siempre. Además, yo pensaba que siempre puedes ayudar a alguien.

-¿La mejor forma de enfrentarse al cáncer es, por tanto, con la pluma?

-Cada individuo tiene su forma de ser. Yo soy persona que me gusta hablar de lo que me ocupa, porque pienso que exteriorizar los problemas, ser comunicativo con la gente, ayuda a salir adelante. A veces ves una cosa muy negra, pero hay gente que te ayuda a verlo desde otra perspectiva.

-Usted tiene marido y dos hijos. ¿Le animaba la familia, amigos y personal médico a escribir?

-Sí. Especialmente cuando me encontré con muchos tropiezos para publicarlo. Me animaron a tomármelo con paciencia. Para mí fue más complicado que el libro saliese a la luz que escribirlo. El equipo de oncología, chapó, fue muy importante. Cuando estás en estas situaciones extremas es cuando se ve la gente que tienes al lado. Gente para tomar café siempre sobra, pero gente para estar ahí no, aunque también hay gente que quiere estar y no sabe estar.

-¿En algún momento pensó en abandonar?

-Sí. Llevaba tan mal los tratamientos que decidí dejarlos y tirar la toalla. Me dije: hasta aquí llegué y con esta calidad de vida no quiero seguir viviendo. Decidí marchar pero la familia no me apoyaba.

-¿A quién cree que le puede llegar más su libro, serle más útil?

-Creo que está enfocado para todo tipo de lector. No sé como se verá desde fuera, pero desde mi punto de vista es un libro que da unas pautas para cambiar y ser mejor persona, que aporta unos verdaderos valores al individuo. Mi intención al escribirlo ha sido esa. Es como un cuento, lo que tienes que ver es el fondo.

juana maría guinaldo vidal autora de una obra publicada por la rosaleda