Apuñalan en el cuello a una mujer en Bertamiráns para robarle

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Huyó, se desplomó después y tres vecinos la vendaron con un mantel

20 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una noche tranquila en un barrio tranquilo puede convertirse en un clic en una auténtica pesadilla. Eso fue exactamente lo que le sucedió a Sandra, una mujer vecina de Bertamiráns, cuando el pasado lunes, en el entorno de las nueve de la noche, bajó a tirar la basura. En la calle, muy cerca de su domicilio de la calle Ameneiral, una mujer la abordó muy nerviosa y gritando que había perdido a su hijo. Le pedía ayuda. Sandra se la prestó, sin saber que se trataba de una treta para engañarla. Mediante artimañas, la consiguió llevar hasta el aparcamiento del Carrefour que hay en las inmediaciones. Allí se descubrieron sus verdaderas intenciones: el robo.

En el párking apareció en escena un hombre que portaba un cuchillo y que le exigió que le entregara el dinero y las llaves de la casa. Sandra no llevaba dinero encima porque solo había bajado para tirar la basura y, por supuesto, no quería poner a su familia en peligro entregándole las llaves de su piso a aquellas personas. Esa perspectiva la hizo rebelarse y forcejeó con sus asaltantes. El resultado fue que recibió entre dos y tres cortes -los testigos consultados no se ponen de acuerdo en este aspecto- en su cuello, pero logró huir.

Tras librarse de la pareja agresora, Sandra cogió su teléfono móvil y marcó el teléfono de la Policía Local de Ames. Mientras, seguía caminando para poner tierra de por medio con sus agresores. Dobló la esquina y cogió la calle Ameneiral, la misma en la que reside, para desplomarse en la puerta del restaurante italiano Tivolino.

Allí, tirada en el suelo, recibió la ayuda inmediata de una de las camareras del establecimiento hostelero, muy conocido en Bertamiráns, y de dos vecinos más, uno de ellos médico o trabajador sanitario «el caso es que trabaja en el hospital», aclara la camarera del Tivolino, que acudió a socorrer a Sandra. Fue ella la que sacó del local el mantel con el que le hicieron un vendaje de emergencia para taponar los cortes, de las que manaba bastante sangre, pero que no debieron ser, por fortuna, muy profundas, porque la víctima ya ha vuelto a su casa y se recupera de sus heridas. Eso sí, el susto no se le ha pasado.

Estuvo allí tirada en la calle más de una hora hasta que una UVI móvil la trasladó al hospital. Sandra fue ayer mismo al centro de salud de Bertamiráns para que los médicos revisasen sus heridas. Los vecinos no hablan de otra cosa. Están sorprendidos porque, como explica la dependienta de una tienda, «es que esto es muy tranquilo ¿sabes?, aquí nunca pasa nada».

«Estuve con ella un buen rato, taponándole las heridas para que no se desangrase»

José Carlos