Desde mediados del año 2010 más de una treintena de profesores titulares de la Universidade de Santiago han superado el proceso de evaluación externa de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), para acceder a una plaza de catedrático. Y desde entonces siguen aguardando a que la USC convoque cátedras, ya que insisten en que la institución académica tendrá que hacer frente además a la jubilación de casi cuarenta catedráticos en los dos próximos años.
Esta convocatoria y cobertura anual es importante para una universidad, ya que aumenta la capacidad de captación de recursos externos con convocatorias competitivas, mejora los parámetros de evaluación de la institución, y también contribuye a que la USC suba en los ránkings del sistema universitario. De hecho, la de Santiago es la última universidad gallega en promoción a cátedra de los profesores acreditados, y en España se sitúa en el puesto 33 de 48, ya que solo ha promocionado el 34% del profesorado que está acreditado para hacerlo.
Motivos económicos
Uno de los motivos para no llevar a cabo la convocatoria de cátedras es el económico, ya que el salario es superior al de un profesor titular. Sin embargo, el colectivo de profesores acreditados considera que la amortización de una plaza de catedrático por jubilación ya permitirá sufragar la promoción de hasta siete profesores titulares. De ahí que, aún siendo consecuentes de que la situación económica es delicada, los docentes sostienen que, «non se debe truncar a cobertura do cadro de profesorado en xeral, e a promoción actual e futura dos acreditados a cátedra en particular». Además, recuerdan que de no hacerlo los profesores de la USC sufrirían un agravio comparativo en relación a las otras dos universidades gallegas, y que la promoción profesional es un derecho reconocido en el Estatuto Básico del Empleado Público.