«Hay muy buenos grafiteros que podrían alegrar mucho la ciudad»

m. beceiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Xoana Almar coordinará un mural en honor a Neira Vilas

30 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un total de 25 niños de edades comprendidas entre los 4 y 11 años se convertirán hoy en pintores por un día, plasmando su inquietud artística a la vez que se divierten, y al mismo tiempo homenajeando al escritor Xosé Neira Vilas con la realización de un mural.

El acto, que incluye la inauguración de la muestra Querido Balbino, tendrá lugar a las once de la mañana y se enmarca en la programación de la Biblioteca Pública Ánxel Casal dedicada al autor de Memorias dun neno labrego. Precisamente, este libro del escritor de Vila de Cruces, será el que inspirará el contenido del mural cuya realización será coordinada por Xoana Almar (Xoana Álvarez Martín) y Miguel Peralta, dos ilustradores formados en Granada y afincados en Santiago.

Xoana y Miguel han realizado juntos numerosos proyectos como exposiciones, murales o libros ilustrados. Fruto de su producción tienen dos cuentos publicados: ¿Qué le pasa a la abuela? y Los lunares de Lola (Editorial Triqueta Verde).

Cuando trabajan con niños, Xoana y Miguel dicen compartir las ideas del escritor Gianni Rodari: «Si tuviésemos una Fantástica, como disponemos de una Lógica, se descubriría el arte de inventar». E inventar, echarle imaginación, será un poco lo que harán los niños partiendo del conocimiento de la emblemática obra de Neira Vilas. Para ayudarles, antes de dar comienzo a la realización del mural, se harán una introducción y un resumen a Memorias dun neno labrego.

Boceto

«Nosotros -explica Xoana- ya hemos marcado esta mañana el boceto a partir del cual trabajaremos con los niños. Les iremos explicando y ellos irán colocando el bosque, el pueblo, el barco de emigrante, y poniendo más elementos. Ellos, dentro de esos límites gozarán de plena libertad».

Xoana y Miguel, que se ofrecieron de forma desinteresada para la realización del mural, llevan tres años, desde que se conocieron, pintando murales y cuentos ilustrados conjuntamente. Xoana concibe el mural como «otra forma de pintar» porque «cuando pintas lo haces con la mano, pero con el mural tienes que utilizar todo el cuerpo». Ellos suelen usar el acrílico para pintar sus murales, aunque Miguel también usa el espray en muchas ocasiones.

«En Granada -comenta Xoana- son muy frecuentes los murales por la calle, pero en Santiago no hay apenas. Allí son muy valorados. Incluso hay una ruta que montó el Ayuntamiento, lográndose así que se institucionalice algo que en principio era ilegal». No obstante, confiesa que cuesta muchísimo. «Es curioso -dice- como hay una doble moral con el grafiti, cuando hay gente muy buena que podría alegrar mucho la ciudad».