El Antonio Fraguas tiene el único traductor jurado gallego de Latín

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

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Xosé A. Dobarro obtuvo un título que solo poseen 17 personas en España

19 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuatro se presentaron al examen, tres de ellos suspendieron y el que aprobó es el único de sus características que ejerce en Galicia y uno de los apenas 17 que existen en el Estado. Xosé Antón Dobarro, profesor de Latín en el instituto compostelano Antonio Fraguas, obtuvo este año el título de traductor intérprete jurado de la lengua de Séneca, que lo acredita para realizar traducciones juradas de una lengua extranjera a castellano y viceversa en el conjunto del Estado. El título lo expide el Ministerio de Asuntos Exteriores, aunque no convierte a su poseedor en funcionario.

Pero, ¿qué traduce? En principio, cualquier tipo de documento con validez jurídica, como documentos oficiales, actas notariales, expedientes académicos y certificados de antecedentes penales, entre otros muchos. «Algo frecuente en idiomas modernos», explica Dobarro, «pero moi pouco frecuente en latín». Se trata de una lengua muerta -no sujeta a evolución- que tan solo es oficial en la Ciudad del Vaticano, aunque de facto se utiliza el italiano. Pero sin embargo se habla.

Y tanto se habla que para preparar las durísimas pruebas a las que se someten los aspirantes a traductor intérprete jurado, Xosé Antón Dobarro se valió de los noticiarios de Radio Bremen que hoy en día se locutan en latín para preparar el examen oral de las pruebas. ¿Conversar en latín aún es posible? Sin lugar a dudas. «Falamos durante unha hora. Ao principio foi sobre un texto, pero despois a conversa foi derivando á presencia actual do latín, á educación, á cultura clásica...». Además de la prueba oral, los exámenes incluyen traducciones con y sin diccionario de textos literarios y jurídicos en ambas lenguas. Así que el profesor tuvo que volver a hincar los codos. «Para que vexa que os profesores seguimos estudando», bromea. Durante una temporada se dedicó a repasar lo que no conocía bien, como el latín jurídico, «porque os filólogos traballamos sobre todo con textos literarios».

El suyo es un nombramiento que no se produce desde el año 2003, y el profesor del Antonio Fraguas le quita hierro. «Só sacan prazas de cando en vez e creo que é un título prácticamente honorífico», explica. Sin embargo, la escasez de documentos susceptibles de ser traducidos no resta importancia a la proeza de haber aprobado todos los exámenes para acceder al título de traductor intérprete jurado de un profesor que ha hecho amar el latín a generaciones de estudiantes.