El grupo británico, una de las grandes referencias del heavy metal, encabeza en A Coruña, dentro de su última gira mundial, un cartel soñado para los amantes del género
22 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.| Quizá haya algún vecino de su barrio de Birmingham, Inglaterra, que se cruza a diario con Rob Halford y solo ve a ese hombre de 60 años y aspecto ligeramente peculiar, sin sospechar que, en el escenario, vestido de cuero, con el micro en la mano y su banda detrás, es una de las grandes estrellas mundiales del metal, un género que no termina de encontrar sucesores a la altura de sus grandes figuras maduradas al calor de los años setenta y ochenta. Halford y su banda, Judas Priest, pasan por Galicia en su última gira mundial (Coliseum de A Coruña, 29 de julio).
-¿Por qué decidieron convertir esta gira en una despedida?
-Bueno, supongo que nos hemos ido haciendo conscientes de que las grandes giras son muy exigentes. En el futuro queremos seguir tocando en vivo, pero no hacer estos tours. Dependiendo de los sitios, la gente puede tener ocasión de volver a vernos, o no. Por ejemplo, España es un sitio al que es fácil ir desde el Reino Unido. Queremos ser prácticos y honestos con respecto a lo que tenemos por delante.
-La gira se llama «Epitafio»: ¿no le genera nostalgia esta idea?
-Lo sentiría si realmente fuera el final, pero no lo es. Queremos ser capaces de continuar saliendo por ahí y disfrutando de nuestros conciertos, pero de otra forma: de forma que podamos elegir cuándo lo queremos hacer. Es una despedida, pero no un adiós; más bien es un hasta luego.
-Esta vez vienen en gira conjunta con Mötorhead y Saxon, solo en España.
-Sí, sí. Ya hicimos juntos una gira que se llamaba Metal Masters [con Mötorhead, Heaven & Hell y Testament] hace unos años en Norteamérica, y fue una mezcla que funcionó. Ahora es una época del año en la que es muy difícil hacer funcionar algo así a nivel global. Los fans españoles son muy especiales. Y creo que muchos fans de otros países van a venir a España también para ver alguno de estos conciertos, porque es una ocasión bastante única.
-Lo cierto es que, entre directos y nuevas canciones, se mantienen totalmente activos. De Judas Priest aún no se puede decir eso de «demasiado viejos para el rock».
-Cierto, nunca eres demasiado viejo para el rock, eso seguro. Pero sí puedes ser demasiado viejo para ir de concierto en concierto, de país en país. ¿Sabes?, no volamos en jet privado, somos de la vieja escuela, vamos por ahí, dormimos en un hotel, nos subimos al autobús rumbo al siguiente concierto...
-¿Cómo se siente al mirar atrás y pensar en todo lo que han hecho en su carrera?
-Muy orgulloso. Lo más importante es que somos una banda de metal y hemos compartido nuestras vidas, nuestras experiencias y nuestra música con seguidores de heavy metal de todo el mundo. Tenemos un gran sentido de orgullo porque lo hemos hecho todo por nuestra cuenta y juntos.
-En términos musicales, ¿cuál diría que es el legado que deja Judas Priest?
-Bueno, podría hablar sobre eso durante horas y horas, y no parar. Sí hay una cosa segura: no hay una banda en el mundo como Judas Priest. Musicalmente, creo que nuestra trayectoria es extraordinaria. Hemos hecho cosas que la mayoría de las bandas de metal no se atreverían a hacer. Es una cuestión de actitud: siempre hemos creído que el rock no debe ser seguro, sino peligroso; hay que tomar riesgos, a veces equivocarse... Ahí está nuestra discografía. Yo creo que es increíble.
-En general, el metal parece gozar hoy de menos popularidad que hace un par de décadas.
-Todo ha cambiado en muchos sentidos. Quizá ahora es un género más underground... Lo que está claro es que los grupos que mueven las grandes cifras son los que llevan ahí 20, 30 o 40 años: Metallica, Megadeth, Anthrax, Slayer... Son grupos muy poderosos. Parece que, si quieres hacer esto a lo grande, tienes que ser de la vieja escuela; para otro nivel hay que moverse en Internet, ir a pequeños clubes y cosas así. Pero el género sigue siendo fuerte y sólido. Lo más importante es que el heavy metal no morirá nunca.
-En los ochenta, muchos grupos de heavy arrasaban en ventas y todo el mundo llevaba aquellas camisetas negras con motivos diabólicos.
-Al principio nadie quería ser comercial. Pero se hizo comercial. No sé, como músico de heavy metal todavía me parece increíble que esté haciendo esto, tantos años después, a este nivel. Me sigue sorprendiendo. No podía imaginar que, después de 40 años, Judas Priest estaría haciendo esta enorme gira mundial y tocando delante de millones de personas... Resulta tremendo, si lo piensas.
-¿Cuál es, para usted, la mejor banda de rock que ha existido?
-Uf, ¿de siempre? Si hablamos de rock, diría Led Zeppelin. Y después de ellos, una lista muy, muy larga.
-¿Y quién ha sido el músico que le ha parecido más inspirador?
-Creo que de nuevo voy a tirar por la vieja escuela: diría que alguien como Lemmy [Ian Kilmister, bajista y cantante de Mötorhead]. Para mí, es el epítome del heavy metal. A todo el mundo le encanta, y tiene una tremenda conexión con los fans del metal. Pero podría citar también a Klaus [Meine], de Scorpions, a David [Coverdale], de Whitesnake, y a muchos más....
-En esta minigira española, incluyen Galicia por primera vez.
-Sí. Hemos tocado en Madrid y Barcelona, en San Sebastián... Pero nunca hemos visitado Galicia, creo, así que es fantástico que vayamos por primera vez. Siempre nos gusta volver a España; de hecho en una época vivimos cerca de Marbella, y nos sentimos muy próximos a la cultura española. Ir a un lugar nuevo siempre es fantástico, y además vamos a tener este cartel con tres grandes grupos tocando juntos.