Roberto Innocenti, defensor de la ilustración como alquimia

m. beceiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El dibujante habló para el público y fue recibido por el alcalde

08 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La programación cultural de ayer en Compostela tuvo al cómic como protagonista en diferentes espacios de la ciudad. Roberto Innocenti, un ilustrador de prestigio internacional, galardonado en el 2008 con el Premio Hans Christian Andersen de Ilustración, la máxima distinción en el campo de la literatura infantil y juvenil, participó en un encuentro abierto con el público en la Fundación Caixa Galicia. El acto se enmarcaba en la campaña municipal de Animación á Lectura, que organizan el Departamento de Educación del Concello de Santiago y la editorial Kalandraka.

El autor de destacadas obras como Las aventuras de Pinocho, La historia de Erika o La casa, fue recibido por el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, y posteriormente habló ante el público de su idea sobre la ilustración y su relación con las editoriales, la literatura, el cine y la pintura. «La gente suele entender la ilustración como algo dirigido a los niños -comentó el dibujante-. Pero no necesariamente tiene porque ser así. En el caso de la ilustración el público es algo intangible, que no se sabe quien es, quien hay ahí detrás. No es como en otros espectáculos u otras artes».

Para Innocenti, el cómic no es como la ciencia sino «una alquimia». «En la ilustración -dice- hay una especie de relación con el texto, pero siempre hace falta un tema, porque primero hay que explicar, pintar es secundario, es como instrumento para la narración». Una vez ha terminado una obra, el ilustrador italiano intenta «comprender y analizar» lo que ha hecho. «El discurso técnico, científico y psicoanalítico viene a posteriori. Primero se trata más de captar la atmósfera, el humor, de una manera serena, como un escritor o un director de cine», confesó el dibujante sobre su forma de crear.

A la misma hora que hablaba Innocenti, el artista e investigador José Andrés Santiago Iglesias, presentaba en la Biblioteca Pública Ánxel Casal su libro Manga: del cuadro flotante a la viñeta japonesa, una completa y exhaustiva monografía sobre el manga.