El futuro cementerio municipal de Oroso tiene desde ayer su primera piedra. Las obras arrancaron ayer después de un largo proceso burocrático y administrativo y tras superar numerosos escollos, ya que los primeros pasos para el proyecto se dieron hace quince años.
Aunque el plazo de ejecución del proyecto es de doce meses, el regidor orosino, Manuel Mirás, anunció que los trabajos podrían estar terminados en ocho meses, lo que implica cuatro meses antes de lo previsto en el contrato de adjudicación del primer camposanto de uso público de Oroso.
La construcción del cementerio, que está ubicado en Marzoa, está presupuestada en 412.000 euros y supondrá una intervención en una parcela de casi ocho mil metros cuadrados, que albergará más de trescientos nichos.
De forma paralela a la ejecución del proyecto, el Concello habilitará un registro para que los vecinos puedan solicitar el uso de los nichos cuando los necesiten. Además de construir el cementerio, el Ayuntamiento prevé asumir su gestión.