Esta primavera comenzarán las obras de los dos suelos que promueve el Concello

La Voz

SANTIAGO

09 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El polígono de A Sionlla tendrá acceso a través de un vial y una glorieta que construirá Xestur Coruña y quedará conectado con la N-550 a través de la rotonda que unirá también los parques empresariales que en su proximidades promueve el Ayuntamiento a través de la empresa municipal Emuvissa y cuya construcción salió a licitación hace unas semanas. Y a través de esta tendrá conexión con la AP-9 al enlazar con la rotonda que construirá el Ministerio de Fomento con el proyecto de ampliación del tramo urbano de la autopista del Atlántico.

El alcalde estima que la rotonda de conexión con la N-550 estará concluida para finales de año, en paralelo al remate de la urbanización total del parque empresarial que ayer visitó con el conselleiro Agustín Hernández. Y para marzo espera que el Ayuntamiento pueda resolver también el proceso de licitación de las obras de urbanización de los suelos empresariales de la zona de Formarís, a ambos lados de la carretera de A Coruña, para que los trabajos puedan comenzar a lo largo de esta primavera. Este viernes concluye el plazo de presentación de ofertas para la urbanización de ambos suelos.

Conexión del Gaiás

Al margen de las áreas empresariales, la Xunta está trabajando también en otro enlace importante para la ciudad, la conexión de la Cidade da Cultura con la AP-9, después de que Fomento se comprometiese a darle autorización aprovechando la próxima ampliación del tramo urbano de la autopista. Según Hernández, ahora la Administración gallega deberá presentarle el diseño de esa conexión contando ya con la ampliación a cuatro carriles de la AP-9. Se trata de un acceso directo «imprescindible» cuya financiación asumirá la Xunta, aunque esta pretendía que fuese dentro del contrato de ampliación de la autopista. «O ministerio nos facilitará a autorización pera entende que debe ser a Xunta quen faga a conexión, e a fará porque é imprescindible», afirma el conselleiro, quien cifró en torno a 3,5 millones de euros el coste de la misma.