«Galicia no es Canarias». Así resume Jesús Sordo la complicación de mantener terrazas durante el invierno, especialmente en Compostela. «Estamos en invierno y los días son fríos, hay humedad, corrientes de aire, y los clientes solo pueden fumar en la calle». Para él, resulta «curioso» llegar a un bar y encontrarse con un grupo de personas arremolinadas en la puerta. Eso de día, ya que, por la noche, la cosa cambia. «Suele haber alguna copa de más y se producen ruidos. Pero si los clientes están fuera, la competencia no es del hostelero, es de las autoridades», declara el presidente de Hostelería Compostela. Y, aunque todavía es pronto para hacer balances a este respecto, sí se plantea la cuestión de que ciertos establecimientos resulten marginados. «Se ha hablado de instalar farolas de calefacción exterior durante la época de frío. Pero lo que realmente preocupa es lo que pase de aquí al verano. Hoy por hoy, no todos los locales pueden disponer de una terraza». Por ello, la posibilidad de solicitar más terrazas va cobrando fuerza en la asociación. Una asociación que tenía la esperanza de que se considerasen las obras acometidas cinco años atrás. «Pedíamos espacios sin humos, pero respetando a quienes quisiesen fumar. No ha sido así y tampoco habrá indemnizaciones para ese 30% del sector que adaptó su local a las dos zonas de la ley anterior, pero no se han puesto ni se pondrán trabas a la ley».